«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
La Gaceta de la Iberosfera
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

La 'indignidad' de Torra al equiparar Cataluña con el genocidio armenio

«En Cataluña hemos sufrido una implacable persecución política, lingüística y cultural durante los últimos siglos», dijo.


El presidente hispanófobo de la Generalitat de Cataluña, Quim Torra, ha negado haber ofendido a España durante una gala celebrada el pasado miércoles en Washington. «Yo expliqué la situación que vivimos en Cataluña: que hay presos políticos, que hay exiliados y que nuestro derecho a la autodeterminación está criminalizado», dijo.
Ante el presidente de Armenia, Armen Sarkissian, Torra afirmó sentirse un privilegiado de estar al lado de una nación apasionante y que, pese a su sufrimiento ha logrado su plenitud nacional. «Observar ahora su plenitud nacional es un ejemplo que nos anima a todos los amantes de la libertad y la democracia», defendió.
Tras citar el genocidio armenio, el exterminio de más de un millón y medio de civiles desde 1915 hasta 1923 por parte del viejo Imperio Otomano, ​dijo que en Cataluña han sufrido «una implacable persecución política, lingüística y cultural durante los últimos siglos» y que «el ejemplo armenio» da esperanza a los catalanes. Una equiparación que desde sectores constitucionalistas se la tildado de «indigna» y «vergonzosa».
En su intervención, Torra aseguró que ahora luchaban «contra un estado de emergencia y las injusticias sufridas por gente como el presidente Puigdemont, forzado al exilio, y todos los otros presos políticos». «Estos lazos amarillos que llevamos son por ellos (…) El derecho a la autodeterminación es esencial para el pueblo de Cataluña (…) Nunca debemos dejar de defender la libertad, porque la libertad de una nación es la libertad de todas las demás nacionales», finalizó.
Torra recibió la respuesta del embajador Pedro Morenés, que tras exaltar «la grandeza de la cultura catalana pasó a hablar de su privilegiada situación política», el estatus de co-oficialidad de la lengua catalana en España, su obligatoriedad en la enseñanza en Cataluá y su alto nivel de autogobierno. «Así que permítanme rectificar con hechos y cifras la propaganda que ha sido diseminada hoy aquí por el president de la Generalitat», afirmó.
En este sentido, reiteró que en España «no hay presos políticos» -y citó los informes de Amnistía Internacional y Human Rights Watch- sino «políticos que a pesar de todas las advertencias y sus propios servicios legales decidieron contravenir el Estatut y la Constitución española y violar la ley».

TEMAS |
+ en
.
Fondo newsletter