La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil señala ahora a la propia casa. En el marco de las investigaciones por el caso Koldo, que ya salpica a decenas de políticos socialistas y a varios ministros del Gobierno de Pedro Sánchez, las nuevas pesquisas de la Audiencia Nacional han aportado luz sobre la relación de amistad entre Koldo García y Manuel Llamas, director adjunto operativo (DAO) de la Guardia Civil.
Concretamente, según ha revelado uno de los pinchazos telefónicos —«Le he visto esta mañana»—, el teniente general de la Guardia Civil y el asesor de José Luis Ábalos se reunieron el pasado 10 de enero. Apenas 40 días antes de la detención de Koldo García por parte de la UCO en el marco de la operación Delorme.
Este encuentro se extrae de una conversación de nueve minutos que tuvo lugar entre el propio Koldo García, exasesor de Ábalos, y José Luis Rodríguez García, subteniente de la Guardia Civil destinado en el complejo de Nuevos Ministerios. Según las últimas informaciones de la UCO, no solo el DAO Manuel Llamas está implicado, sino también Rodríguez García. En la misma conversación en La Chalana, marisquería del centro de Madrid y cuartel general de la trama, ambos también hablaron sobre los problemas de alguna de sus empresas con el Seprona.
«No te puedes ni imaginar, el Seprona nos ha insultado con lo que están haciendo y me preguntan… si tú sigues teniendo algo con…», pregunta el subteniente de la Guardia Civil a Koldo García. «Hombre, claro, sí, pero para un guardia no va a hablar con Fernando, hablo con Manolo Llamas que, en fin, es el general…», responde la mano derecha de Ábalos. La misma conversación sirve a Koldo para explicar: «Estuvo conmigo en Pamplona y en Irún (…) Lo han cambiado hace un mes…».
En la conversación pinchada por la Guardia Civil, Rodríguez García llega incluso a revelar a Koldo que está atravesando dificultades con Víctor de Aldama y Juan Carlos Cueto, también salpicados por la trama de corrupción: «Tío, yo soy un puto señor, soy buena persona»; «De esto tampoco dudas», le dice Koldo. «… no quedó ni un alma y se largaron, y apareció a los 15 días… si doy la palabra la cumplo», dice el subteniente. «Te están sacando los ojos…», replica entonces Koldo García.
