La ciudad de Barcelona y parte de su área metropolitana se preparan para reducir su actividad social tras el rápido aumento de casos positivos de coronavirus, 884 en un sólo día en toda la metrópolis, mientras que en toda Cataluña se han superado el millar de nuevos contagios en una jornada, 1.293.
Aunque es una cifra de contagios similar a la que se registraba a finales de marzo, la diferencia es, además de que entonces no se hacían tantas pruebas PCR, que muchos de estos diagnósticos son en personas asintomáticas o con síntomas leves, muchas jóvenes, y no están comportando muchos ingresos hospitalarios.
Las UCI de los hospitales catalanes se mantienen desde hace días en un número estable de pacientes, entre 40 y 50, hoy 13 de ellos en Lleida.
Sin embargo, Salud, que ha anunciado que reforzará con 500 gestores de covid los ambulatorios para ayudar a rastrear a los contactos de los positivos y aislarlos, está «muy preocupada» por el incremento de casos, sobre todo en el área metropolitana de Barcelona, una zona densamente poblada donde una explosión de contagios podría desencadenar una transmisión comunitaria imparable.
Por ello, el Ayuntamiento de Barcelona y el Departamento de Salud están evaluando qué medidas tomarán para reducir la actividad social de los barceloneses, tras comprobar que es en los contactos sociales del ámbito del ocio donde más se está transmitiendo el virus.
Es probable que mañana la consellera de Salud, Alba Vergés, y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, anuncien algunas de estas medidas, que pasarán por limitar algunas actividades de ocio, pero no por un confinamiento, medida que descartan tanto la Generalitat como el Ayuntamiento.
Vergés ha expresado su preocupación por la «rápida progresión» de los 29 brotes que hay en la ciudad de Barcelona, especialmente en los barrios limítrofes a los tres barrios de L’Hospitalet, en los que ya han limitado aforos de bares y restaurantes, cerrado pistas deportivas, cines y teatros y restringido actividades de ocio, además de recomendar a la población que no salga de casa si no es imprescindible.
El coordinador de la Unidad de Seguimiento de la COVID-19 en Cataluña, Jacobo Mendioroz, ha confirmado que los brotes los barrios de La Torrassa, La Florida y Collblanc de L’Hospitalet han llegado a otros colindantes de Barcelona y que la situación «es preocupante».
Vergés no se ha querido pronunciar sobre si se desconvocará la celebración de Sant Jordi aplazada el 23 de abril y prevista para el próximo día 23 de julio en el paseo de Gràcia, pese a que las editoriales de la asociación Llegir en català ya han anunciado que no participarán por «responsabilidad» y han pedido que, para evitar aglomeraciones, se suspendan todos los actos previstos en esa zona y se celebre la jornada solo en las librerías.
Por su parte, la concejal de Salud del Ayuntamiento de Barcelona, Gemma Tarafa, ha reconocido que están estudiando medidas que puedan «bajar la actividad social» en la ciudad, pero ha dicho que «en ningún caso» está sobre la mesa otro confinamiento.
Tarafa ha afirmado que la «gran mayoría» de contagios son «en entornos de ocio», por lo que están valorando «qué medidas se pueden tomar para dar un pasito atrás».
En L’Hospitalet de Llobregat se aprecia hoy un descenso de vecinos por las calles tras el llamamiento a no salir si no es para trabajar, comprar o cosas ineludibles, y casi todos usando mascarillas.
Mientras tanto, en la comarca del Segrià, confinada perimetralmente desde hace 13 días, se abre una brizna de luz ya que los hospitales de Lleida han reducido por primera vez el número de pacientes con COVD-19 ingresados y hoy hay nueve menos que ayer.
El Hospital Arnau de Vilanova de Lleida tiene 5 ingresados menos que ayer, 51 en planta y 9 en UCI, mientras que el Hospital Santa Maria suma un paciente en planta (3 en total) y quedan 4 en la UCI.
Limítrofe con la comarca del Segrià, el Ayuntamiento de Balaguer ha decidido suspender los actos de su agenda de actividades durante una semana, ante el aumento de casos de coronavirus en la comarca de la Noguera.
Hoy se ha conocido que el jefe del Gabinete Técnico del Departamento de Salud, Josep Ramon Morera, ha dimitido «por motivos de índole personal», según Salud, y se suma a las anteriores marchas del secretario de Salud Pública, Joan Guix, y del director de la Agencia de Calidad y Evaluación Sanitarias de Cataluña (AQuAS), César Velasco.
El jefe de Epidemiología del Hospital Clínico, Antoni Trilla, ha criticado que el sistema de contención de brotes «no está aún lo bastante preparado para hacerles frente» y ha pedido a la Generalitat «claridad y un buen liderazgo».
En declaraciones a Catalunya Ràdio, Trilla ha señalado que «quizás no nos hemos coordinado bien o las cosas no se han hecho lo suficientemente bien y el resultado no es el óptimo» y ha asegurado que la situación de todo el sistema de seguimiento es «preocupante».