El 60% de las detenciones en España por pertenencia a bandas latinas se llevan a cabo en la Comunidad de Madrid, una cifra que vuelve a poner el foco sobre la capital como principal epicentro de este fenómeno delictivo. En total, 291 de los 485 arrestos realizados en 2024 en todo el territorio nacional tuvieron lugar en esta región, según datos obtenidos del Ministerio del Interior a través del Portal de Transparencia y adelantados por The Objective.
A pesar de que las intervenciones policiales en la capital han disminuido significativamente en los últimos años —un descenso del 53% desde los 579 arrestos registrados en 2022—, los grupos conocidos como bandas latinas continúan teniendo una notable presencia en varios distritos y municipios madrileños. Las autoridades señalan a los Latin Kings, Dominican Don’t Play (DDP), Trinitarios y Ñetas como las agrupaciones más activas y peligrosas en la región.
Estas organizaciones mantienen estructuras jerárquicas bien definidas y códigos simbólicos propios que refuerzan el sentimiento de identidad grupal. Su fuerte arraigo territorial suele generar conflictos violentos, especialmente cuando se producen incursiones en zonas dominadas por bandas rivales.
El mapa de su influencia abarca desde el sur de la capital hasta la periferia. Los Latin Kings, por ejemplo, operan en áreas como Alcorcón, La Latina, Lucero, San Blas, Getafe, Leganés, Parla, Vallecas o Villaverde. Su imagen distintiva incluye los colores amarillo y negro, así como una corona de cinco puntas. Por su parte, los DDP, que se identifican con ropa negra y collares que indican el rango dentro de la banda, se concentran en barrios como Carabanchel Alto, Ciudad de los Ángeles, Embajadores, Tetuán, San Cristóbal y Pozuelo.
Los Trinitarios utilizan el verde como color principal y suelen portar pañuelos con símbolos de siete puntos o estrellas. Su presencia se detecta en municipios como Fuenlabrada, Alcalá de Henares y Leganés, además de en barrios como Cuatro Caminos, Usera y San Fermín. En cuanto a los Ñetas, sus miembros emplean el blanco y la letra Ñ con un corazón como emblemas, y se hacen notar en zonas como Delicias, Orcasur, Torrejón de Ardoz, Getafe, Parla y Vallecas.
Más allá de Madrid, la actividad policial contra estas bandas ha sido mucho menor en el resto del país. Aragón ocupa el segundo lugar con 63 detenciones en 2024, seguida de Castilla y León (36), Navarra (28) y Andalucía (23). En la Comunidad Valenciana hubo 12 arrestos, mientras que Baleares registró 10. En el País Vasco se contabilizaron ocho, Asturias sumó cinco, y tanto Galicia como Castilla-La Mancha informaron de tres detenciones cada una. Canarias, Cataluña y Murcia solo notificaron un arresto por este motivo. Cantabria, por su parte, no registró ninguna detención ni investigación relacionada.
Resulta llamativa la ausencia de datos relativos al País Vasco y Cataluña en 2022. Según Interior, no se dispone de cifras para esas dos comunidades autónomas ese año, sin que se haya ofrecido ninguna explicación oficial al respecto.
Aunque el número de arrestos ha bajado en la Comunidad de Madrid, las autoridades —tanto estatales como autonómicas— admiten que la erradicación de estas bandas continúa siendo un desafío importante. La persistencia de su actividad en los entornos urbanos subraya la necesidad de reforzar tanto la prevención como la actuación policial.