La empresa Moove Cars, que presta servicios de vehículos de alquiler con conductor (VTC), ha presentado ante el departamento de Trabajo de la Generalitat un ERE de suspensión de contratos para 730 trabajadores, tras anunciar el cese de su actividad en Barcelona.
Moove Cars, que emplea a más de 2.000 trabajadores en toda España, ya anunció hace unos días que la aprobación del decreto de la Generalitat, que limita la actividad de los VTC, implicaba que tendría que abandonar su actividad en la capital catalana.
La compañía, que trabaja para Uber, que al igual que Cabify dejó de operar en Barcelona el pasado viernes, 1 de febrero, ha optado por presentar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de suspensión de contratos, pensado para un tiempo limitado, según han indicado a Efe fuentes conocedoras del expediente.
La empresa asegura que ha puesto todos sus esfuerzos en revertir la situación y evitar los despidos, aunque las medidas adoptadas por la Generalitat «son totalmente discriminatorias y desproporcionadas» y hacen el servicio «inviable».
«Lamentablemente, la salida de Moove Cars implicará el despido de un total de 730 personas que trabajan en esta compañía en la ciudad», subraya la empresa en un comunicado.
Moove Cars envió hace unos días una carta al conseller de Trabajo, Chakir el Homrani, en la que alertaba de que se quedaría sin ninguna actividad si Uber cesaba sus operaciones, lo que ya ha ocurrido, por lo que se consideraba «una víctima directa» de la presión ejercida por el sector del taxi.
En esta misiva, la compañía ya aseguraba que la regulación del Govern «cercena la viabilidad futura de todas las empresas dedicadas al arrendamiento de vehículos con conductor en Cataluña, que han operado además, en todo momento, en el marco de la legalidad».
La regulación de la Generalitat fija una precontratación de un mínimo de 15 minutos para los VTC y suprime el sistema de geolocalización de los vehículos, entre otras medidas.
Según Moove Cars, esta normativa, «sorprendentemente», no afecta a las aplicaciones móviles de las emisoras de radio-taxi o My taxi, que en la práctica operan como los servicios de Uber y Cabify, con precontratación, «lo que pone a los propietarios de licencias VTC en una situación de clara desventaja y de competencia desleal».
A su juicio, la decisión de la Generalitat «no responde en ningún caso al interés general, atenta contra la libertad del mercado y preserva el monopolio del sector del taxi».
«La marcha de las plataformas VTC de la ciudad -añade la compañía- no sólo limitará la libertad de elección de los ciudadanos en materia de transporte, sino que, además, representará un paso atrás como ciudad en su posicionamiento internacional y deteriorará la imagen de Barcelona como ciudad global, inteligente y promotora de la economía digital».
Moove Cars cuenta en la actualidad con 400 licencias de VTC en Cataluña y emplea a más de 2.300 trabajadores en toda España, aunque su objetivo es alcanzar los 6.000 empleos en 2019 y realizar más de un millón de traslados al mes.