La exconsejera separatista Clara Ponsatí ha vuelto a España este martes sin entregarse a las autoridades.
Así, ha llegado a Cataluña después de vivir cinco años entre Escocia y Bélgica después del 1-O. Tiene en vigor una orden de detención en España por un delito de desobediencia por la organización del referéndum ilegal del 1 de octubre.
Su defensa admite que podría ser detenida este mismo miércoles para ser puesta a disposición judicial, según distintas fuentes jurídicas.
En el auto dictado por el instructor del «procés», el magistrado del TS Pablo Llarena, el pasado 12 de enero para revisar sus decisiones iniciales a la luz de la última reforma penal, ratificó el procesamiento en rebeldía de Ponsatí pero sustituyó el delito de sedición que se le imputaba por el de desobediencia, debido a la derogación del primer ilícito.
Fuentes del alto tribunal señalan que, de no comparecer voluntariamente ante el Supremo, puede ser detenida para ser puesta a disposición judicial hoy mismo. Sería ante un juzgado de guardia de Barcelona, que le comunicaría su procesamiento, dejándola en libertad –previsiblemente con medidas cautelares– a la espera de que Llarena pusiera día y hora para tomarla declaración.
