El presupuesto municipal del Ayuntamiento de Sevilla para el año 2023, aprobado por el PSOE y Ciudadanos, subió a 1.158 millones, un 8% más que en el ejercicio anterior. El actual alcalde, José Luis Sanz (PP), elaboró un nuevo presupuesto para 2024 que ha superado los 1.300 millones de euros. No pudo aprobarlos, por lo que se prorrogaron los últimos del ayuntamiento socialista. Pues aun así el alcalde no tiene suficiente dinero.
Sanz sorprendió este domingo a sus vecinos con el anuncio en el diario ABC de que quiere cobrar la entrada en la célebre Plaza de España, inaugurada en 1929. Las palabras de Sanz son las siguientes: «Estamos proyectando cerrar la plaza de España y cobrar a los turistas para financiar su conservación y garantizar su seguridad. Además, crearemos una escuela taller de artesanía. Por su puesto, el monumento seguirá siendo de libre acceso y gratis para todos los sevillanos».
Desde ABC se justificó la exclusiva concedida por el alcalde con el siguiente tuit en X de su exdirector Álvaro Ybarra Pacheco: «Me parece bien que le cobren a los turistas para que contribuyan a la conservación de la Plaza de España. Es lo que hacen con los grandes monumentos en casi todas las ciudades del mundo».
La Plaza de Sevilla no es un monumento cerrado ni vallado, sino una plaza de acceso público en la ciudad. Ninguna otra plaza similar, como las plazas de San Pedro y Navona en Roma, la Plaza de España de Madrid, el Trocadero en París, Times Square en Nueva York, la Plaza del Comercio en Lisboa, o la Plaza Roja en Moscú, cobran por pasear por ella.
El Real Alcázar de Sevilla, que es un conjunto palaciego amurallado, recibió en 2023 a 1,92 millones de visitantes, que pagaron todos ellos una entrada. Sin duda, el Ayuntamiento del PP, el que tiene como eslogan la bajada de impuestos, quiere obtener varios millones de euros de los turistas y visitantes. Sólo quedarían exentos de la tasa los sevillanos. ¿Responderían igual los alcaldes de los municipios con playa a los que acuden los sevillanos en verano, es decir, fijándoles una tasa?
Sanz alcanzó la alcaldía gracias a encabezar la lista más votada, ya que se negó a negociar con los tres concejales de VOX y a incluirlos en su Gobierno. Desde entonces ha preferido pactar con los concejales del PSOE y Podemos.
La consecuencia de esos acuerdos ha sido el mayor presupuesto de la historia de Sevilla, en el que la mitad del dinero se va en gastos del personal colocado en los años del PSOE y que Sanz (PP) no quiere reducir. Se trata de una «estructura mastodóntica«, según la definió hace unas semanas el mismo ABC que aplaude la nueva tasa. Hay empleados con salarios de 150.000 euros brutos anuales.
Gastos crecientes que la partitocracia no quiere cortar. Por eso, el alcalde, José Luis Sanz, necesita sacar dinero hasta de debajo de las piedras. Y también, por el mismo motivo, la Junta controlada por el PSOE de los ERE quería hacerse con la catedral de Córdoba y quedarse así con los 80 millones de euros que calcula el obispado que abonarán los visitantes entre 2021 y 2030.