La red de narcotráfico liderada por el empresario libanés Mohamed Derbah ha salpicado también a la que fuera fiscal Antidroga de Tenerife, Sandra María Fagil Fraga, y al actual vicepresidente segundo del Parlamento de Canarias, Gustavo Matos (PSOE). Según un informe de la Unidad de Asuntos Internos de la Policía Nacional, Fagil fue una pieza clave en la estructura criminal al haber favorecido los intereses de Derbah desde su posición en la Fiscalía de Arona.
El informe ha señalado que la fiscal emitió dictámenes para lograr la libertad de colaboradores del narcotraficante o evitar su ingreso en prisión, llegando incluso a boicotear investigaciones policiales en curso. Uno de los ejemplos citados es una conversación telefónica entre Derbah y la pareja de un detenido, en la que el empresario, en presencia del comisario Francisco Moar anuncia la inminente excarcelación del hombre y la necesidad de preparar un «regalo».
En este contexto, los investigadores han señalado la existencia de «conductas delictivas reiteradas» por parte de la fiscal y de posibles «contraprestaciones económicas» a cambio de sus actuaciones. Asimismo, también se le ha atribuido el intento de anular las intervenciones telefónicas clave en la investigación, tratando de debilitar el trabajo policial.
En paralelo, se ha investigado el papel de Gustavo Matos, quien presuntamente actuó como intermediario político para frenar inspecciones a clubes cannábicos utilizados como tapadera para el tráfico de drogas. No obstante, pese a la gravedad de los hechos, ni Fagil ni Matos pueden ser imputados por la juez instructora, al estar aforados ante el Tribunal Superior de Justicia de Canarias.