El juez que este lunes imputó al fugado Carles Puigdemont por delito de terrorismo lo hizo a tenor de una reunión secreta descubierta por la Policía que se celebró en agosto de 2019 en Ginebra y que concertó su mano derecha, Jesús Rodríguez Sellés, con uno de los cerebros de la plataforma radical Tsunami Democrátic, tal y como ha desvelado el diario Vozpópuli.
Por su parte, la Fiscalía de la Audiencia Nacional recurrirá el auto del juez de la Audiencia Nacional que acuerda dirigir la investigación contra Puigdemont y la secretaria general de ERC, Marta Rovira, al considerar que la causa sobre los disturbios que siguieron a la sentencia del Supremo que condenó a los líderes del ‘procés’ independentista catalán en el otoño de 2019 debería ser instruida en Barcelona.
Fuentes fiscales han confirmado que el Ministerio Público recurrirá en apelación la resolución del magistrado Manuel García Castellón porque cree que los hechos no encajan en delitos de terrorismo, sino de desórdenes públicos, y debido a la desaparición del delito de sedición, dos cuestiones de calificación jurídica que harían perder la competencia a la AN.