La productora de la película La Infiltrada, María Luisa Gutiérrez, ha recordado en su discurso tras obtener el premio a Mejor Película que la memoria histórica también debe abarcar los episodios más recientes de la historia de España, en relación a los casi 1.000 asesinatos perpetrados por la banda terrorista ETA.
Durante la gala, Gutiérrez ha subrayado la importancia de mantener viva la memoria de las víctimas del terrorismo. «Queremos dedicar este galardón a la familia Ordóñez, a la Asociación de Víctimas del Terrorismo, al Colectivo de Víctimas del Terrorismo en el País Vasco (COVITE) y a todas aquellas personas que, a pesar del dolor que les ha provocado ver la película, nos han dado las gracias por contar una historia que no debe olvidarse», expresó emocionada.
También ha aprovechado la ocasión para reivindicar el esfuerzo y la dedicación que implica hacer cine en España. «A menudo se asocia nuestro trabajo con la vanidad y las alfombras rojas, pero para nosotros, los productores, esto es un símbolo de resistencia», ha declarado. La productora ha destacado que La Infiltrada tardó ocho años en llegar a las salas de cine y, meses después de su estreno, sigue proyectándose en 200 pantallas.
No ha querido dejar pasar la oportunidad de elogiar al equipo que hizo posible el filme, haciendo una mención especial a la directora Arantxa Echevarría. «Este thriller se realizó con un presupuesto de seis millones de euros. Es triste tener que subrayarlo, pero ella lo logró. Se puede hacer cine de calidad con recursos limitados», ha asegurado, lanzando un mensaje de optimismo a la industria cinematográfica.
La historia de La Infiltrada está basada en hechos reales, y Gutiérrez ha remarcado la responsabilidad que implicó contarla con autenticidad. «Los cuatro productores del filme nos comprometimos a narrar una historia real a través de los ojos de una persona real. No podríamos haberlo hecho sin el compañero de la infiltrada que luchó contra el terrorismo, ni sin Pablo Muñoz, el periodista que nos proporcionó los informes que sirvieron de base para el guión. También agradecemos a los vascos que revisaron el guión para asegurarse de que el contexto retratado fuera verídico», ha explicado.