«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
«Ha ejercido funciones de lobby para gobiernos extranjeros»

Los medios saharauis se hacen eco del vínculo entre Acento y el caso Koldo: «El lobby bipartidista que conecta a PP, PSOE y Marruecos con la corrupción»

Pepe Blanco, presidente de Acento. Redes sociales

Medios saharauis como ECSAHARAUI se han hecho eco del presunto vínculo —según el informe de la UCO— de Pepe Blanco y su consultora Acento con el escándalo de corrupción que sacude a gran parte del Partido Socialista. La firma, fundada por los exministros Pepe Blanco (PSOE) y Alfonso Alonso (PP), ha sido señalada como una plataforma de influencia en la que confluyen intereses políticos, empresariales y diplomáticos, especialmente en lo relativo a las relaciones con Marruecos.

Según las investigaciones, Acento Public Affairs no solo ha reunido a antiguos altos cargos de PSOE y PP —como Valeriano Gómez, Elena Valenciano o Esteban González Pons—, sino que también ha ejercido funciones de lobby para gobiernos extranjeros, incluyendo la embajada marroquí. Esta conexión ha generado un profundo malestar en sectores agrarios y diplomáticos españoles, que consideran que los intereses nacionales podrían haber sido subordinados a acuerdos opacos con el país vecino.

El caso ha ganado relevancia con la filtración de audios protagonizados por Koldo García, exasesor de José Luis Ábalos, en los que se hace referencia explícita al “tema de Marruecos” como un asunto delicado que debía mantenerse en silencio. Las conversaciones incluyen menciones a la adjudicación de una desaladora en Casablanca por 340 millones de euros, la mediación en contratos públicos y posibles conexiones con proyectos estratégicos como el Mundial 2030 o el túnel bajo el Estrecho de Gibraltar.

Uno de los elementos más comprometedores es la supuesta oferta realizada por Pepe Blanco y el exministro José Bono a José Luis Ábalos para que este se incorporase a la consultora a cambio de su silencio.

Las revelaciones de la UCO también detallan reuniones repetidas entre Koldo García y Pepe Blanco entre 2018 y 2021, en el marco de posibles intermediaciones en licitaciones públicas. A esto se suman intercambios telefónicos con altos mandos policiales que apuntan a una “presión migratoria” desde Marruecos hacia Canarias en 2020, coincidiendo con la visita de Grande-Marlaska a Rabat y la crisis humanitaria en el muelle de Arguineguín.

En el plano internacional, la implicación directa de Acento con la diplomacia marroquí ha reforzado las sospechas sobre un uso político y económico de la migración y la infraestructura como moneda de cambio. La gravedad de las acusaciones ha impulsado el interés de medios saharauis, atentos a cualquier movimiento que confirme la instrumentalización de la cuestión migratoria y del Sáhara Occidental por parte de Marruecos con la complicidad de élites políticas españolas.

El llamado “caso Acento” se perfila así como un ejemplo paradigmático de cómo la puerta giratoria entre lo público y lo privado, combinada con una diplomacia paralela, puede socavar la transparencia democrática y comprometer la soberanía en decisiones clave, según asevera el medio ECSAHARAUI.

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