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la vicepresidenta participó en la «creación de una comisión ad hoc para centralizar las compras»

María Jesús Montero conocía los contratos fraudulentos de material sanitario: «Se implicó personalmente»

La vicepresidenta primera del Gobierno, María Jesús Montero. Europa Press.

La vicepresidenta primera del Gobierno, María Jesús Montero, fue conocedora de las irregularidades en la compra de mascarillas. La que fuera consejera de Economía en la Junta de Andalucía durante los años —¡décadas!— de corrupción socialista, ahora parece presuntamente implicada en la trama de contratos fraudulentos de material sanitario durante los peores meses de la pandemia.

Fuentes conocedoras de los procesos de contratación pública durante los mencionados meses señalan directamente a la titular de Hacienda y número dos del Ejecutivo. Ella participó en la «creación de una comisión ad hoc para centralizar las compras», tal y como adelanta Vozpópuli. Ante la incapacidad del Ministerio de Sanidad, desprovisto de competencias y competentes, el Gobierno quiso centralizar la compra de todo el material sanitario.

«Ningún contrato se ejecutaba sin el visto bueno de aquel equipo», han explicado las mencionadas fuentes. Un visto bueno que también ha llegado a reconocer el que fuera ministro de Sanidad, Salvador Illa. En su libro El año de la pandemia, Illa reconoce que «en el ministerio fuimos reforzando el equipo de compras hasta montar una célula logística de apoyo de medio centenar de personas que se trasladaron físicamente a la sede del Ingesa y en la que se implicó personalmente la ministra de Hacienda, María Jesús Montero».

Así, las últimas informaciones publicadas quedan verificadas por las declaraciones de Illa, que deja en evidencia la implicación de Montero en el proceso de contratación, que ahora se ha demostrado fraudulento: «Además, dos secretarias de Estado, la de Hacienda y la de Comercio; y representantes del Ministerio de Defensa y de Exteriores, entre otros, pasaron en la primera planta del edificio de la calle Alcalá largas jornadas encargados de localizar suministros, comprobar su viabilidad, negociar precios y organizar el operativo de traslado. Se sumaban así al equipo que lideraban Patricia Lacruz —directora general de Cartera Común de Servicios del Sistema Nacional de Salud y Farmacia que vino al Ministerio de la mano de Carmen Montón— y Alfonso Giménez, exdirector del Ingesa —que también llegó con Montón—«.

Pese a la implicación de la ahora vicepresidenta y de todos los altos cargos de la Administración, «aquel equipo» terminó contratando material que nunca llegó. Pese a las «largas jornadas» del núcleo que se encargó de la compra de mascarillas, el Gobierno terminó adjudicando contratos millonarios a empresas como Member of the Tribe, que cobró más de 5 millones de euros públicos por unos guantes de nitrilo que nunca fueron recibidos.

Así, fuentes de Hacienda explican que aquel equipo liderado por María Jesús Montero «intentaba traer mascarillas con bastante éxito». Precisamente por eso, aquellos que involucran a la vicepresidenta en el «éxito» también lo hacen en el fracaso. O en la corrupción. Las citadas fuentes explican que «la ministra de Hacienda tiene responsabilidad por haber comprado mascarillas».

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