Una explosión controlada marcó este jueves el final de la última fase de demolición de la central térmica del Narcea, en Soto de la Barca (Asturias). La detonación derribó la caldera del grupo 3 y la nave de tolvas de los grupos 1 y 2, y desplomó la chimenea de más de 200 metros de altura.
La demolición obligó a evacuar el área en un radio de 400 metros y a cortar el tráfico en el corredor del Narcea (AS-15) durante casi dos horas, desde las 10.30 hasta las 12.20.
La demolición de la chimenea es el último paso en el desmantelamiento de la central, cuya torre de refrigeración ya se derribó en diciembre del año pasado. La central inicio su actividad en 1965 y era símbolo de la prosperidad de la comarca. «Esta central dio de comer a muchas familias durante generaciones y verla desaparecer en minutos es doloroso», expresó la alcaldesa de Tineo, del PP, cuyo partido apoya la Agenda 2030 y la desindustrialización de España.
Naturgy, la empresa encargada del desmantelamiento, tiene como objetivo concluir todos los trabajos relacionados con la demolición de la central térmica para el primer trimestre de 2025.