El octogenario que mató a un ladrón que había accedido a robar a su finca en Castilla-La Mancha, Pepe Lomas, se ha pronunciado tras conocer que su pena se verá reducida de seis años a poco más de nueve meses. Pese a todo, ha insistido en que jamás se acercó a menos de nueve metros del delincuente y sus disparos fueron única y exclusivamente para asustar y forzar su marcha. «Mi idea era echarlos, que supiesen que estaba dispuesto a defenderme y no iba a irme de allí».
«En los últimos 40 años, habré puesto más de 30 denuncias por allanamiento de morada, y ya me aburrí de denunciar porque el problema no se solucionaba y en el año 2000 decidí tapiar puertas y ventanas. Eso es vivir enclaustrado, señores, y en pleno campo, pero no me quedó más remedio», señala indicando que jamás tuvo el dinero necesario para instalar unas buenas verjas.
Cuenta que estuvo viviendo en esas condiciones durante más de 20 años, y recuerda que fue la escopeta el instrumento que utilizó para advertir de que estaba presente. «Yo no podía dar mi referencia de dónde estaba y demás, actué en la semioscuridad con miedo de que hubiese más personas y lo primero que me encontré al salir de la zona en la que duermo fueron unas persianas hechas una bola con el fin de sacar cosas de mi casa», añade apuntando a que incluso se llegó a imaginar que el objetivo del asaltante podía ser llevárselo a él para «ahogarlo en el Guadiana«.
«Socialmente, el culpable de que le pasó a la señora que ayer robaron es ella por tener esa casa. Lo que he contado es la verdad de lo que ocurrió aquella noche, pero, ¿en manos de quienes estamos?«, ha concluido José Lomas en una entrevista en el programa Vamos a Ver.