La justicia alemana ha cerrado este viernes el proceso de extradición contra el expresidente Carles Puigdemont y le ha dejado libre, decisión que ha llevado a los exconsejeros Jordi Turull y Josep Rull y al diputado de JxCAT y exlíder de la ANC Jordi Sánchez a pedir nuevamente al Supremo su puesta en libertad.
«Puigdemont es libre y puede abandonar Alemania inmediatamente», ha declarado a Efe la portavoz de la Audiencia Territorial de Schleswig-Holstein, Frauke Holmer.
El tribunal ha dado carpetazo al proceso al decretar el levantamiento de las medidas cautelares que pesaban sobre Puigdemont -en libertad bajo fianza de 75.000 euros- una vez que ha recibido la comunicación oficial de la decisión del juez Pablo Llarena del Tribunal Supremo, que retiró el jueves la petición de extradición.
Llarena tomó esta decisión una semana después de que la propia Audiencia alemana resolviese aceptar la extradición del expresidente catalán, pero sólo por un presunto delito de malversación de fondos y no por el de rebelión, el principal cargo por el que lo procesaba el Tribunal Supremo y que podría suponerle hasta 30 años de prisión.
La Audiencia Territorial de Schleswig-Holstein explica en su resolución que consideró «no admisible» el cargo de rebelión porque no apreció la violencia suficiente como para poner en peligro las instituciones del Estado, un requisito necesario para el delito de alta traición, el equivalente del código penal alemán.
Tampoco admitió el delito de perturbación del orden público, que planteó también la Justicia española en el caso de que no se admitiese finalmente el delito de rebelión, alegando que Puigdemont «no era el líder espiritual de las acciones violentas».
Puigdemont fue detenido el 25 de marzo por la Policía alemana poco después de cruzar la frontera con Dinamarca y pasó 13 días en la cárcel de Neumünster (norte), hasta que la Audiencia lo dejó en libertad bajo fianza.
Previamente el juez español ya había retirado una petición de entrega del líder soberanista a la Justicia belga, que tampoco accedía a extraditar al político catalán por rebelión.
El expresidente de la Generalitat tiene previsto regresar la próxima semana a Waterloo (Bélgica) para activar el llamado Consejo de la República, después de que la Justicia alemana le haya dado la carta de libertad.
El Gobierno español considera que la retirada de las euroórdenes contra Puigdemont y los demás políticos independentistas que huyeron de España -los exconsellers Antoni Comín, Lluís Puig, Meritxell Serret y Clara Ponsatí y la secretaria general de ERC Marta Rovira- «no daña» la imagen de la justicia española.
«Toda la ciudadanía probablemente compartía un sentimiento de ‘vamos a ver si podemos llevar a término este conflicto de intereses’, pero el Gobierno, con su presidente a la cabeza, respeta la autonomía y la independencia judicial y por tanto está a las decisiones de los jueces de España», ha señalado la portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
La retirada de las euroórdenes contra todos los políticos independentistas huidos de la justicia española ha llevado a los exconsellers Jordi Turull y Josep Rull y al diputado de JxCAT y exlíder de la ANC Jordi Sànchez a pedir de nuevo al Tribunal Supremo su excarcelación, al considerar que la decisión del juez Pablo Llarena demuestra la «endeblez» de la acusación por rebelión.
En el escrito, al que ha tenido acceso Efe, el abogado Jordi Pina sostiene que la «inmotivada» decisión de Llarena de retirar las euroórdenes es una «evidente razón de peso» para que Turull, Rull y Sànchez, actualmente en prisión preventiva por rebelión en la cárcel barcelonesa de Lledoners, sean puestos «inmediatamente» en libertad.
«Esta retirada inmotivada de órdenes de detención no es sino la viva muestra de la nula confianza que tiene el propio instructor en la calificación de los hechos que nos ocupan como constitutivos de delitos tan sumamente graves como la rebelión o la sedición», remarca el escrito.