El presidente del Gobierno comparece tras consumarse el desafío separatista, aunque con retraso, y anuncia que recurrirá al TC la ley y convocatoria del referéndum.
Día ajetreado para el presidente del Gobierno después de que el Parlament catalán aprobara la celebración del referéndum ilegal del 1 de octubre. Reunión con Pedro Sánchez, Consejo de Ministros extraordinario y después una reunión con Albert Rivera.
Sin embargo, la agenda de Mariano Rajoy sí le ha permitido hacer una comparecencia ante los medios de comunicación, -sin preguntas-, para comunicar las conclusiones de la reunión con su equipo de gobierno. Eso sí, 20 horas después de que se consumara el golpe de Estado.
“Este referéndum no se va a celebrar”. Esta ha sido la frase más contundente de un presidente que no ha explicado, en ningún momento, qué mecanismos empleará para evitar la consulta del próximo 1 de octubre. Sí ha advertido que «no renunciará a nada» para impedir que los separatistas catalanes liquiden «de un plumazo» el modelo de convivencia democrático, pero no ha especificado qué medidas están sobre la mesa.
Por el momento, el Gobierno impugnará ante el Tribunal Constitucional el decreto que aprueba la convocatoria de la consulta.
“Lo que no es legal, no es democrático”, ha asegurado Mariano Rajoy señalando que ante la “desobediencia hacia las instituciones”, el Ejecutivo peleará por “defender la dignidad de las mismas” y guardar fidelidad a la Constitución.
El presidente del Gobierno ha recordado que abrió las puertas del Congreso de los Diputados al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, para que expresara sus demandas y que nunca aceptó la iniciativa.
Rajoy fue especialmente duro a la hora de referirse a lo ocurrido el miércoles en el Parlamento catalán. «Posiblemente, nadie pudo imaginar que podríamos asistir a un espectáculo tan democráticamente deplorable», lamentó, para denunciar «leyes fantasma» y «desobediencia» ante las indicaciones de los propios letrados de la Cámara, a los que agradeció su «batalla» en aras de la legalidad.
“Se puede ser independentista, pero esas aspiraciones tienen su cauce. No sigan avanzando hacia el precipicio”, ha insistido Mariano Rajoy tras reconocer la labor de este miércoles de los grupos de la oposición en el Parlament.
Además, el presidente del Gobierno ha querido lanzar un mensaje a los ciudadanos: “Pueden mantener la confianza hacia las instituciones. Nadie va a vacilar a la hora de cumplir con su deber. La democracia responderá, no tengan la mayor duda. Sé cuáles son mis obligaciones. No he dedicado tantos años para permitir que se liquide la soberanía del Estado”.
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