El jefe del Gobierno, Mariano Rajoy, preside este jueves la inauguración del Parador Nacional de Lérida en un nuevo viaje a Cataluña a menos de dos meses y medio del referéndum que prevé convocar el presidente de la Generalidad, Carles Puigdemont, y que él garantiza que no se celebrará.
La agenda oficial de la visita de Rajoy a Cataluña se limita a ese acto de inauguración del nuevo Parador, que se ubica en el antiguo convento del Roser y cuyas obras de acondicionamiento han costado casi 13 millones de euros.
Puigdemont no estará presente en esta convocatoria, durante la que el presidente del Gobierno realizará un recorrido por las dependencias del edificio y pronunciará un discurso en el que se prevé que haga referencia a la situación que vive Cataluña ante la pretensión de los separatistas de convocar una consulta para el 1 de octubre.
Rajoy ha venido garantizando que esa consulta no se va a celebrar, que el Gobierno sabe lo que tiene que hacer ante los pasos que dé la Generalidad y que velará por el cumplimiento de la ley.
Por ello, ante cualquier decisión que adopte el Gobierno catalán en relación con el referéndum, el Ejecutivo recurrirá a la Justicia, pero ha evitado concretar hasta ahora si está dispuesto a utilizar el artículo 155 de la Constitución, que prevé la suspensión de la autonomía.
Esta visita a Cataluña se efectuará tres días después de que dimitiera de su cargo el director de los Mossos de Esquadra, Albert Batlle, y de que fuera relevado por Pere Soler, más a favor de las tesis secesionistas.
Pese a ello, el Gobierno se ha mostrado convencido de que los Mossos respetarán la legalidad
También este martes el Ejecutivo catalán decidió posponer la compra de las urnas para el referéndum ilegal y se negó a explicar cómo se llevará a cabo.
Una actuación ante la que el Fiscal General del Estado, José Manuel Maza, ha asegurado que la Fiscalía perseguirá penalmente esa adquisición tanto si se hace públicamente como si se hace de manera encubierta, ya que cree que constituiría un delito de malversación.
Rajoy se refirió por última vez hasta ahora a la situación en Cataluña el pasado sábado en Bilbao, donde advirtió de los «delirios» de Puigdemont y aseguró que son «estériles» y no llevan a ninguna parte, y contrastó su actitud con la predisposición al pacto que está demostrando el lehendakari, Íñigo Urkullu.
Además, le invitó a «desconectar de los desafíos y a reconectar con voluntad de acuerdo».
La última ocasión en la que el presidente del Gobierno viajó a Cataluña fue el pasado 27 de mayo, cuando participó en Sitges (Barcelona) en las jornadas anuales del Círculo de Economía.
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