El diputado Ricardo Sixto critica que el documento proponga «intervenir todos los recursos de las federaciones territoriales» para acabar pagando la deuda con la banca que es responsabilidad de IU federal.
La propuesta de la dirección federal de IU de abandonar su estructura de partido político clásico y convertirse en un movimiento político y social ha provocado el revuelo en algunas federaciones de la formación, como la valenciana, que rechazan que se pretenda «disolver» la organización.
«La independencia, la presencia y la necesidad de IU no se debate», advierten en un manifiesto militantes, cargos públicos y orgánicos de IU ante el plan de la dirección federal de debatir el próximo 12 de mayo en su Asamblea Político y Social un documento en el que reafirma esa voluntad de convertirse en un «movimiento político y social» y dejar de ser un partido político.
Tras el revuelo interno que ha provocado la propuesta la dirección federal que encabeza Alberto Garzón ha remitido una carta a sus militantes en la que aclara que ese «borrador interno» no plantea «en ningún caso» un proceso para culminar «con la absorción de IU en otras formaciones políticas», sino que busca lo contrario: fortalecer su espacio político y a su militancia.
El borrador, al que ha tenido acceso EFE, recuerda la apuesta aprobada por la Asamblea a propuesta de Garzón en junio de 2017 de «deshacer los elementos que hacen de Izquierda Unida un partido político y afianzar los elementos que construyan un movimiento».
Además, plantea una reorganización de la gestión económica para resolver la deuda y modificar los estatutos para centralizar los recursos, «si así fuera necesario», por «corresponsabilidad y solidaridad federal».
Algunas fuentes de la dirección de IU, en declaraciones a EFE, han criticado la estrategia que plantea la cúpula porque supone un «retroceso» en la democracia interna y en el «papel» de las federaciones locales propiciando mecanismos «difusos» de organización interna «al estilo de Podemos».
Una estratagema para pagar la deuda
Según lo ven, es una forma clara de «debilitar» Izquierda Unida y un paso más en ese proceso de «disolverla», que se inició cuando la formación decidió unirse a Podemos. Quieren que Garzón dé explicaciones y que desmienta de una forma «rotunda» que no tiene en su cabeza acabar con IU.
Además, otro de los reproches que le hacen es que esté planeando unos cambios organizativos «muy importantes», sin tener en cuenta el escenario político en el que se pretenden poner en marcha.
Unos argumentos en los que incide el manifiesto de cargos y militantes que acusan a la dirección de pretender «disolver la estructura federal» de IU, ante lo que lanzan varias advertencias sobre la negociación con Podemos de las candidaturas para las elecciones de 2019.
Reclaman a la dirección que respete las competencias de las asambleas locales y federaciones autonómicas para decidir las alianzas, candidaturas y programas en sus respectivos territorios, siempre bajo los principios que les «identifican y dignifican como IU».
‘Busca convertir IU en un grupo tuitero’
Uno de los firmantes es el diputado valenciano de IU Ricardo Sixto, quien denuncia la «involución» que propone la dirección con la disolución de las estructuras organizativas.
Para Sixto, la propuesta de Garzón busca «convertir IU en un grupo tuitero pretendiendo que con ello se avanza hacia la construcción de un movimiento político y social» cuando realmente se destruyen mecanismos de debate y participación que han sido la seña de identidad de la formación.
Sixto critica que el documento proponga «intervenir todos los recursos de las federaciones territoriales» para acabar pagando la deuda con la banca que es responsabilidad de IU federal.
En su opinión, el plan que impulsa la dirección destruye el modelo que ha mantenido IU en los últimos 30 años, camina hacia el centralismo y la imposición de voluntades y revela una «incomprensión absoluta» de lo que supone un modelo de Estado federal.
También se muestra en contra Llamazares, que ha colgado en sus redes esta serie de tuits:
Se revisa la trayectoria de IU como una organización plural, transformadora, de lucha y de gobierno, para convertirla en un movimiento de extrema izquierda que recupera el centralismo, ve con recelo a sus cargos públicos y culmina su encuadramiento en Podemos.
— Gaspar Llamazares (@GLlamazares) 26 de abril de 2018
Una vieja obsesión a la izquierda del PCE de enfrentar movimiento con partido, federaciones con unidad, cargos públicos con militantes etc…
Todo para nada: disolverse sin ruido como corriente comunista en Podemos.
Un despropósito.— Gaspar Llamazares (@GLlamazares) 26 de abril de 2018
Y negarán de nuevo el movimiento para la disolución en Podemos, pero la realidad les desmiente. Una vez arreglado el patio de Madrid en el planeta Podemos, ahora van sus satélites, y el primero IU.
— Gaspar Llamazares (@GLlamazares) 26 de abril de 2018
Entre los firmantes están también Eberhard Grosske, excoordinador d’Esquerra Unida de les Illes Balears; José Luis López Tapias, miembro de la coordinadora federal; Cristian Ibañez, coordinador provincial de IU Albacete; y Gloria Marcos, excoordinadora de EUPV.
Todos ellos muestran su preocupación por el papel «que no está jugando IU» en la actualidad política para seguir representando a «la izquierda transformadora» por haber delegado buena parte de su acción política e institucional en otras fuerzas políticas.
«Así ponemos en solfa la necesidad de nuestra propia existencia, dejamos de aportar el fruto de nuestra experiencia y de nuestra cultura política», añaden.
Igualmente, cuestionan la negociación con Podemos de cara a las elecciones locales y autonómicas que califican de «cupular» y «poco transparente.
Leer más…
Zapatero apoya abiertamente la oficialidad del bable en Asturias