El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha confirmado este martes que se reunirá con el expresidente de la Generalidad catalán y dirigente de Junts —prófugo de la Justicia—, Carles Puigdemont y también con el líder de ERC, Oriol Junqueras, después de haber pactado una ley de amnistía para beneficiar a los condenados por el golpe separatista.
Descarta además que se vaya a producir un coste electoral negativo para el PSOE y pone el ejemplo de la pasada legislatura en la que aprobó los indultos a los dirigentes separatistas condenados. A pesar de las críticas, el PSOE mejoró sus resultados y en las elecciones del 23 de julio logró un millón de votos más que en las anteriores generales.
Así lo ha señalado el propio Sánchez en conversación informal con los periodistas en el tradicional encuentro con la prensa en Moncloa de final de año. El jefe del Ejecutivo no ha dado fechas de los encuentros, que se celebrarán por separado, aunque dice que prefiere que la reunión con Puigdemont se lleve a cabo una vez que se apruebe la ley de amnistía.
Sánchez también ha asegurado que habrá foto de esos encuentros y considera que es un paso coherente con el proceso de negociación que ha iniciado con estas fuerzas políticas, con las que el PSOE selló sendos acuerdos para asegurarse el apoyo a la investidura del líder socialista.
Hasta el momento Sánchez no había admitido abiertamente que se produciría una reunión con Puigdemont, a pesar de que desde Junts lo daban por hecho y el pasado jueves el secretario general, Jordi Turull, dijo públicamente que se produciría este encuentro. En ese momento Sánchez se limitó a decir que ese encuentro no estaba en su agenda.
Sánchez no ha hablado de fechas concretas, aunque sí precisa que él prefiere sentarse con el líder de Junts una vez que la ley de amnistía esté aprobada.