El colectivo Sare, conocido por su apoyo a los presos de ETA, ha inaugurado oficialmente una nueva tienda de ropa en el Casco Viejo de Bilbao, cerca de la Basílica de la Virgen de Begoña. Este pequeño comercio ya ha estado abierto varios días de forma discreta, pero ahora comienza su actividad pública ofreciendo una variedad de artículos de merchandising, desde sudaderas, camisetas y gorros, hasta pines y mecheros con simbología relacionada con la organización y mensajes como «presos a casa». Los precios de las prendas van de los 10 a los 35 euros, y también están disponibles a través de su tienda en línea y en diversos puntos de venta durante las festividades del País Vasco, tal y como ha adelantado el diario ABC.
La tienda de Bilbao no es el primer espacio de este tipo gestionado por Sare; anteriormente, contaban con un local similar en Vitoria, que ahora funciona como sede social. Toda la mercancía vendida tiene como objetivo recaudar fondos para las actividades del grupo, que incluyen acciones de propaganda y campañas para mejorar las condiciones penitenciarias de los presos de ETA. Según los estatutos de Sare, registrados en el País Vasco, la organización tiene libertad para realizar «todo tipo de actividades económicas» y recaudar fondos a través de la venta de productos, rifas y otras actividades, con el fin de cumplir sus objetivos.
Además de la tienda, Sare también recibe ingresos a través de las cuotas que pagan sus socios, las cuales pueden variar entre 10 y 100 euros. En su página web, invitan a las personas interesadas en su causa a convertirse en miembros, comprometiéndose a un pago mensual o quincenal para apoyar económicamente al colectivo. Sin embargo, a pesar de esta aparente transparencia, ABC intentó, sin éxito, acceder a los informes económicos anuales que deberían estar disponibles en el sitio web de Sare, según lo estipulan sus estatutos. La asociación ha confirmado que dichas cuentas no están publicadas online, aunque son presentadas cada año ante la asamblea general de socios, uno de los dos principales órganos de la organización, junto con el consejo de administración.
Este consejo, compuesto por un presidente, un secretario y un tesorero, está al mando de las decisiones financieras de Sare. Desde 2019, el cargo de tesorero lo ocupa Joseba Azcarraga Rodero, quien fue consejero de Justicia, Empleo y Seguridad Social del Gobierno vasco bajo el mando de Juan José Ibarretxe. Además, Azcarraga, miembro de Eusko Alkartasuna, también actúa como portavoz del grupo, siendo el encargado de transmitir los comunicados oficiales. Curiosamente, aunque apoya a los presos de ETA, Joseba Azcarraga es sobrino del general Luis Azcarraga Pérez-Caballero, quien fue asesinado por la misma organización terrorista en 1988.
A lo largo de los años, Sare ha sido beneficiaria de subvenciones otorgadas por entidades locales y forales en el País Vasco, aunque algunas de estas ayudas han sido anuladas por los tribunales debido a su carácter partidista. Las subvenciones son solo una parte del amplio abanico de fuentes de financiación que Sare utiliza para llevar a cabo sus actividades, que también incluyen convenios con otros partidos, asociaciones y sindicatos.
Finalmente, cabe destacar que, bajo la presidencia de Pedro Sánchez, varias de las demandas de este colectivo, como la finalización de la política de dispersión de presos y el progreso en las progresiones de grado, han visto avances significativos, lo que ha acelerado los beneficios penitenciarios para muchos de los condenados por terrorismo.