Uno de los vecinos de Paiporta detenidos por golpear uno de los vehículos de escoltas del presidente Pedro Sánchez salvó la vida de dos personas durante el devastador tsunami que arrasó la comarca de la Ribera en Valencia el pasado 29 de octubre. El incidente ocurrió el 3 de noviembre, durante la visita del presidente y los Reyes a la «zona cero» de la catástrofe. Junto con otras dos personas, F. está siendo investigado por presuntos delitos de atentado contra la autoridad y disturbios, con penas que podrían alcanzar los siete años de prisión.
La detención de F. ha generado polémica, ya que días antes fue protagonista de un acto heroico al salvar a dos personas en medio del desastre. M., una de las víctimas rescatadas, relata cómo F. mostró una valentía y claridad excepcionales: «Yo pensé que iba a morir. Pero él, con una calma increíble, encontró un mazo, rompió una pared y abrió un hueco para que pudiéramos escapar», relata al diario El Mundo.
«Primero ayudó a la mujer rubia a subir, luego saltó él y finalmente me sacó a mí», cuenta M. El hueco que F. abrió permitió que los tres escaparan de un remolino de agua que arrastraba coches y personas. Para M., F. no solo salvó su vida, sino que también mostró «una determinación y humanidad fuera de lo común».
Antes de esto, F. ya había rescatado a la mujer rubia cuando fue atrapada por la corriente. «Mientras buscaba una salida, él se lanzó a por ella, justo antes de que el agua la arrastrara», detalla. Los vecinos del lugar, testigos de la escena, lo describen como un momento desesperado. Magdalena, amiga de F., recuerda que «intentó abrir varias puertas sin éxito. Yo estaba segura de que iban a morir».
Las calles de Paiporta aquella noche se convirtieron en un infierno. Cuatro personas fueron arrastradas frente a M. y F., sin que pudieran hacer nada para ayudarlas. Entre ellas estaba Mohamed, un hombre sin hogar conocido en la zona, quien perdió la vida en el torrente.
El caso judicial de F. ha despertado indignación en Paiporta. Aunque el Gobierno se refirió a los incidentes del 3 de noviembre como actos de «grupos marginales» e incluso mencionó la posibilidad de vínculos con la extrema derecha, los investigadores han descartado esta hipótesis, y amigos y familiares de F. aseguran que se trata de una acusación injusta.
El contraste entre su acto heroico y su actual situación judicial ha abierto un debate sobre la proporcionalidad de las medidas en su contra. Para los vecinos, F. es un héroe que no merece ser tratado como un delincuente, mientras la investigación sigue su curso en busca de los responsables de los daños causados durante la visita presidencial.
