Yolanda Díaz no es profeta en su tierra y esto se traduce en el fracaso de Sumar en los comicios gallegos celebrados este domingo, en lo que suponía su primer test electoral autonómico. La coalición de la ministra de Trabajo se queda como fuerza extraparlamentaria tras cosechar un pobre 1,9% del voto 28.000 votos, muy por debajo incluso de 3,9% que consiguió Galicia en Común en 2020.
De esta forma, Sumar obtiene seis veces menos votos que en las elecciones generales, cita en la que logró un total de 178.691 votos, el 11,1% de los conseguidos en esta comunidad, que le valieron dos escaños por las circunscripciones de Pontevedra y A Coruña. Así, no ha logrado emular el apoyo electoral del 23J, al que apeló insistentemente durante la campaña para convertir los comicios gallegos en una segunda vuelta para derrotar al PP.
La propia candidata de Sumar, Marta Lois, ha calificado de «malos, sin paliativos» sus resultados en estas elecciones gallegas y admitir que la formación «no fue capaz en este poco tiempo», desde su constitución a finales del pasado año hasta la cita con las urnas, de «lograr los objetivos» que se habían marcado. El resultado supone un golpe para Sumar, que no logra sus mínimas expectativas de conseguir dos escaños (en Pontevedra y Coruña) para ser claves en la gobernabilidad si el PP perdía la mayoría absoluta. Por tanto ni corrige la descomposición electoral que ya sufrió en 2020 la izquierda alternativa estatal (que entonces también contaba con una parte del nacionalismo) ni saca rédito de su presencia en el Gobierno nacional.
El mal resultado también empaña el liderazgo de Díaz, que pese a ser gallega e implicarse personalmente en la campaña de Sumar, no ha podido corregir la concentración de voto progresista en el BNG. Por ejemplo, en su pueblo natal, Fene, los nacionalistas del Bloque arrasaron superando por primera vez al PP en las tres últimas citas electorales, pero Sumar sólo obtuvo un 4,35% de los votos.
Por su parte Podemos, que concurrió por su cuenta tras la fractura con Sumar, sigue con su desplome electoral que viene arrastrando desde 2019 y se sitúa en la irrelevancia en esta comunidad al obtener 0,26% del sufragio (3.849 votos), superado incluso por el PACMA.
