El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero decidió descartar en 2004 la construcción de una presa en Cheste, un proyecto originalmente previsto en el Plan Hidrológico Nacional impulsado por el Gobierno de Aznar en 2001. Según la Confederación Hidrológica del Júcar, la decisión se tomó debido al alto coste socioeconómico que representaba la obra, la cual tenía como objetivo principal prevenir las inundaciones en varios municipios de la provincia de Valencia.
La presa proyectada hubiese regulado los caudales de las cuencas altas de los barrancos del Poyo, la Saleta y el Pozalet, creando un embalse de gran capacidad que protegería a 16 localidades valencianas de las riadas. Entre los municipios incluidos en el plan estaban Alaquàs, Aldaia, Catarroja, Cheste, Xirivella, Godelleta, Massanassa, Paiporta, Picanya, Ribarroja, Torrent, Quart de Poblet, Loriguilla, Mislata y Valencia, muchos de los cuales fueron de los más afectados por las lluvias torrenciales que golpearon el Levante el pasado 29 de octubre.
Durante esa jornada, el Barranco del Poyo, una rambla de 479 kilómetros cuadrados que desde hace tres décadas es catalogada como zona inundable de alto riesgo, registró un caudal alarmante de hasta 2.228,9 metros cúbicos por segundo, una cifra que cuadruplica el caudal típico del río Ebro. Esta rambla, situada entre los ríos Turia y Júcar, tiene su desembocadura en la Albufera, lo que la convierte en una cuenca endorreica, sin salida directa al Mediterráneo.
El desbordamiento del Barranco del Poyo se transformó en una peligrosa «crecida relámpago» que afectó gravemente a las localidades de Paiporta, Picanya, Sedaví, Alfafar, Massanassa y Catarroja. La fuerza del agua provocó graves daños, devastando viviendas e infraestructuras en las zonas afectadas y dejando un panorama desolador.
La gota fría que impactó Valencia el 29 de octubre reabrió el debate sobre la infraestructura de protección hídrica en la región. Si bien el Plan Hidrológico Nacional fue una apuesta por reforzar las defensas contra inundaciones, la cancelación del proyecto en 2004 dejó a los municipios sin las barreras adicionales que habrían ayudado a prevenir este tipo de desastres.