La capital aragonesa, Zaragoza, ha acogido desde mediados de este mes de agosto a un grupo de 120 inmigrantes ilegales subsaharianos procedentes de Canarias gracias a la apertura improvisada de un alojamiento de emergencia gestionado por Cruz Roja.
Con una mayoría procedente de Mali, cada vez son más los que llegan, colapsando los centros allí existentes. Además, prevén recibir un total de 240 más durante el próximo mes. Originalmente, este grupo tenía previsto instalarse en el Hotel del Vino, un establecimiento ubicado en Cariñena que había permanecido cerrado desde el inicio de la pandemia.
Sin embargo, un cambio inesperado en los planes del propietario del hotel, quien decidió explorar otras opciones de alquiler o venta, frustró el traslado programado para el 5 de junio. Esta situación llevó al Ministerio de Inclusión a buscar alternativas, y finalmente, se habilitó un nuevo dispositivo en Zaragoza a mediados de agosto para recibir a estas personas.
Cruz Roja, encargada de gestionar este centro de acogida, informó que las instalaciones en la capital aragonesa ya han alcanzado su capacidad máxima de 120 plazas. Desde su llegada, los inmigrantes han sido atendidos por un equipo multidisciplinario compuesto por monitores, trabajadores sociales y educadores, quienes se encargan de ofrecer apoyo integral desde el primer momento.
Uno de los principales retos a los que se enfrentan estos inmigrantes ilegales es la integración en una sociedad completamente nueva para ellos. Para facilitar su adaptación, se ha puesto un fuerte énfasis en la enseñanza del español, ayudándoles así a superar la barrera del idioma. Además, se les proporciona asesoramiento jurídico para regularizar su situación, atención psicológica para enfrentar los traumas de la guerra y apoyo en la cobertura de sus necesidades básicas.