Este jueves 11 de mayo llega a su fin la aplicación del Título 42 en Estados Unidos, algo que ha hecho que en la frontera sur del país haya una multitud de inmigrantes esperando a que expire su vigencia.
El Título 42 es una antigua norma rescatada por la Administración Trump en marzo de 2020 que limita la entrada de inmigrantes con la excusa de la pandemia del Covid-19. Bajo el paraguas de la salud pública, esta legislación permite expulsar a inmigrantes ilegales de forma inmediata. Pero todo esto cambia el próximo jueves.
En los primeros días de la pandemia de coronavirus, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) emitieron una orden de salud pública que según los funcionarios tenía como objetivo detener la propagación del virus, recoge CÑN.
La orden permitía a las autoridades expulsar rápidamente a los inmigrantes en las fronteras terrestres del país —sus fronteras con México y Canadá— y se ha extendido varias veces durante estos años. La política es ampliamente conocida como Título 42, por la parte del código de EE.UU. que permitió que el director de los CDC la emitiera.
La normativa que entrará en vigor a partir de este jueves será el llamado Título 8. En 1929, Estados Unidos aprobó la Sección 1325 del Título 8 del Código de Estados Unidos, mediante la cual cruzar la frontera entre Estados Unidos y México sin autorización se convirtió en un delito federal.
Según un comunicado del Departamento de Seguridad Nacional, éste se ha ido preparando para este momento. «El Departamento de Seguridad Nacional se ha estado preparando para el fin de la orden de salud pública del Título 42 durante más de un año. En el otoño de 2021, el DHS comenzó los esfuerzos de planificación de contingencia que incluyeron la creación de un plan operativo y la realización de ejercicios de simulación continuos», dice el comunicado, según recoge CÑN.
En el escrito detallan algunas de las medidas tomadas, como el aumento de recursos, «incluidos personal, transporte, apoyo médico e instalaciones para apoyar las operaciones fronterizas».
Las llamadas a la calma del Departamento de Seguridad Nacional parece que no han tranquilizado a los estados sureños del país, ya que el anuncio del fin del Título 42 ha supuesto un verdadero efecto llamada. Como a Texas, uno de los más afectados por la entrada de inmigrantes desde México, donde su gobernador, el republicano Greg Abbott, ha dicho que el fin de esta normativa «provocará una catástrofe sin precedentes en los Estados Unidos».
Ciudades texanas críticas como Brownsville y El Paso, dos de los cruces más concurridos en las últimas semanas, llevan días de preparativos antes de la fecha fatal. 16.000 migrantes esperan para cruzar a San Diego desde Tijuana, mientras que hasta 35.000 esperan en Ciudad Juárez de México para cruzar a El Paso. Brownsville, El Paso y Laredo han declarado el estado de emergencia.
En la parte de la frontera de México la situación es apocalíptica, como pudieron leer en estas páginas, con alrededor de 80.000 personas esperando a pasar al país norteamericano. Se calcula que intentarán entrar en el país hasta 13.000 inmigrantes diarios, lo que supondría alcanzar en un solo año los 4,74 millones
