«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
La Gaceta de la Iberosfera
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Reunió a siete precandidatos

Trump protagoniza el segundo debate presidencial de los republicanos… sin asistir

Segundo debate presidencial republicano. Telemundo

«Donald, sé que estás mirando. No estás aquí esta noche, no por las encuestas ni por tus acusaciones, no estás aquí esta noche porque tienes miedo de estar en el escenario y defender tu historial», dijo el exgobernador del estado de Nueva Jersey, Chris Christie, mirando fija y teatralmente a la cámara de televisión la noche del miércoles durante el segundo debate presidencial republicano.

Y es que el exmandatario fue —nuevamente— el gran ausente en el evento realizado en la biblioteca Ronald Reagan de Simi Valley, estado de California y que contó con la cobertura de Fox News y de la hispana Univisión.

Trump, por su parte, prefirió invertir el miércoles en un acto de campaña con trabajadores de una fábrica de coches en la ciudad de Detroit; sin embargo, este segundo debate sólo vino a ratificar el sabor de boca dejado por el primero: por un lado luce bastante cuesta arriba que otro aspirante pueda superarlo en intención de voto dentro del Partido Republicano y, por el otro, casi todo lo que se discute a esta altura en la formación conservadora gira —queriéndose o no— en torno al antiguo ocupante de la Casa Blanca.

Incluso las formas del expresidente, archiconocido por ponerle motes a sus detractores y ridiculizarlos en público, han comenzado a ser copiadas por quienes se supone que le adversan dentro del GOP. Tal es el caso del propio Christie quien completó su performance anti-Trump durante el careo rebautizándolo como «Donald Duck», o lo que es lo mismo, el pato Donald.

En el segundo debate participaron siete aspirantes: el ya mencionado Chris Christie; la ex embajadora de EEUU en la ONU, Nikki Haley; el gobernador de Dakota del Norte, Doug Burgum; el gobernador de Florida, Ron DeSantis; el exvicepresidente, Mike Pence; el joven empresario Vivek Ramaswamy y el senador por Carolina del Sur, Tim Scott.

En términos generales el encuentro centró las preguntas en temas como la gestión de la economía, la política exterior (con especial énfasis en el rol que debe jugar Estados Unidos ante el avance geopolítico de China) y, sobre todo, el manejo de la inmigración ilegal hacia el país.

Sobre este último punto quizá la posición más vertical la estableció Ramaswamy, quien aseveró que de ser presidente no sólo reforzaría la vigilancia y las restricciones sobre la frontera sur de los Estados Unidos (el sitio por donde llegan más migrantes irregulares al país) sino que procuraría promover un cambio de legislación para que los hijos de migrantes ilegales que nazcan en territorio norteamericano no sean reconocidos como ciudadanos estadounidenses.

En medio del desorden y las interrupciones que supusieron algunos encontronazos particulares entre algunos aspirantes y las quejas de otros por las limitaciones en el tiempo para dar respuesta a las interrogantes planteadas, este fue un encuentro soso, que despertó poco interés en el público y que no producirá grandes variaciones en los porcentajes de apoyo con los que cuentan los candidatos, más allá de que algunos de ellos prácticamente sacaron luces de bengala para buscar destacar frente al conjunto.

Varios análisis coinciden en que, por ejemplo, Haley se ha desempeñado con solvencia en los dos debates que van hasta ahora, mientras que el gobernador DeSantis —quien en teoría es quien está más cerca de desafiar la popularidad de Trump— ha entrado en una especie de aplanamiento, no logrando despertar un mayor entusiasmo en su campaña. Del mismo modo, se apunta que probablemente el peor desempeño en este segundo careo republicano la tuvo el exvicepresidente Pence, de quien se ha resaltado tanto el escaso ánimo que despierta como la incapacidad para responder claramente sobre qué haría con la polémica política sanitaria heredada de la Administración demócrata de Barack Obama y que hasta ahora no ha podido ser desmontada, el llamado «Obamacare».  

Lo dicho: en el fondo Trump —pese a los señalamientos judiciales que acumula— sigue dominando tranquilamente las encuestas de los votantes republicanos, que en promedio le otorgan una ventaja sobre el gobernador de Florida de cerca de 40 puntos.  

«El debate republicano de esta noche fue tan aburrido e intrascendente como el primero, y nada de lo que se dijo cambiará la dinámica de las primarias», dijo uno de los principales asesores de campaña del exmandatario, Chris LaCivita, sobre lo ocurrido el miércoles. La incertidumbre en este momento orbita en torno a si el líder del movimiento MAGA decidirá mantenerse alejando de los debates o asistirá al próximo, que se llevará a cabo en la ciudad de Miami, el patio natural de DeSantis.

Sin embargo, hasta ahora la dinámica en este tipo de eventos parece más bien una carrera por posicionarse como el mejor segundo, más que ser una verdadera competencia por quedarse con la nominación presidencial republicana. Remite, en resumidas cuentas, a algo parecido a un debate para escoger un candidato a vicepresidente.

.
Fondo newsletter