Así lo han señalado a EFE fuentes de Médicos Sin Fronteras, la ONG que presta ayuda sanitaria en este barco de SOS Méditerranée, que «está cerrando los últimos preparativos logísticos» para continuar con sus labores en la zona del Mediterráneo central.
La ONG Médicos Sin Fronteras acomete los últimos preparativos para aprovisionar el buque humanitario Aquarius en el que, tras su llegada el pasado domingo al puerto de Valencia tras rescatar en aguas libias a 630 inmigrantes, «se está preparando todo para que pueda zarpar cuanto antes», previsiblemente este miércoles.
Aún se desconoce, según las mismas fuentes, cuál será el próximo destino concreto del barco, una decisión que se adoptará tras las reuniones que se están manteniendo en Roma.
El equipo de Médicos Sin Fronteras ha estado trabajando este martes en el puerto de Valencia, que el domingo acogió el desembarco de la flotilla formada por el Aquarius, el Dattilo y el Orione, tras el rechazo de Italia y Malta de abrir sus puertos.
Entre los 630 migrantes, 415 hombres, 52 mujeres y nueve niños y niñas permanecen en el complejo socioeducativo de Cheste (Valencia) y un centenar de menores de entre 12 y 17 años están alojados en albergues de la ciudad de Alicante.
Los continuos viajes de Libia a Italia
Durante los meses de octubre y noviembre de 2016 el think-tank conservador Gefira siguió los pasos a varios de ellos, entre los que se encontraba el Aquarius o el Iuventa, buque retenido por las autoridades italianas el año pasado.
El vídeo muestra el trasiego que se traen los barcos. Todos ellos hacen una parada frente a las costas libias, y no en alta mar como siempre sugieren, para recoger a inmigrantes y llevarlos a las costas de Malta o Italia.
‘’Los 15 barcos que hemos observado abandonan puertos italianos, se paran poco antes de alcanzar la costa libia, recogen la ‘mercancía’ humana y regresan a Italia’’, explica Gefira en el vídeo, que cifra en más de 39.000 los inmigrantes trasladados durante esos dos meses por las ONG hasta las costas europeas.
Las 629 víctimas que iban a bordo del buque Aquarius son una prueba más de cómo las mafias operan a sus anchas en las costas libias. El tráfico de personas es un negocio que reporta miles de euros en beneficios trayendo inmigrantes a Europa, con los barcos de las ONG como medios de transporte.
La continua actividad de estas organizaciones en el Mediterráneo produce un efecto llamada que ayuda a las mafias y perjudica a los inmigrantes que se valen de ellas, siendo en último término las víctimas de todo esta situación. La solución a la crisis migratoria debería pasar por resolver los problemas en los lugares de origen y poner coto a los traficantes de seres humanos.
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