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Llama a no caer en el «alarmismo»

El director de Frontex rechaza el modelo húngaro y aboga por abrir las fronteras ante la avalancha migratoria en Europa

Logo de Frontex. Belga Press

Era demasiado bueno para ser verdad. Todas esas llamadas a las deportaciones masivas y a ponerse serios en Europa con la invasión de poblaciones del Tercer Mundo daban la sensación de un cambio de paradigma, de un deseo de que los países de la Unión Europea sigan existiendo como tales.

Parece que fue una ilusión cuando uno ve al mismo responsable de las fronteras de la Unión declarar que es imposible evitar que medio mundo se venga a vivir a Europa, como un bombero pirómano.

Hans Leijtens, director de Frontex, la institución responsable de la vigilancia del ‘limes’ comunitario, no cree que muros y vallas consigan disuadir a los inmigrantes y la Unión Europea debería establecer más rutas legales.

No hay frontera capaz de detener la invasión, ha asegurado en una entrevista concedida a Die Welt. Habría, dice Leijtens, que llama a abstenerse de mensajes alarmistas y a aceptar que la inmigración es inevitable. Toda resistencia es fútil.

«Nada puede impedir que la gente cruce una frontera: ni un muro, ni una valla, ni un mar, ni un río», dice, e insiste en que la Comisión Europea tiene que crear más rutas legales para quitar poder a los traficantes de personas que se benefician del panorama migratorio actual. «Son necesarios pasos en el camino hacia una buena gestión de las fronteras», declara, pidiendo en primer lugar que sea «más difícil» para los inmigrantes entrar «con la ayuda de los contrabandistas» ofreciendo alternativas legales.

«En segundo lugar, se debe poner fin a esta preocupación superficial por el tema, al alarmismo. La inmigración es una realidad”, insistió.

El jefe de la agencia de fronteras añadió que la Unión Europea debe hacer todos los esfuerzos posibles «para saber quién cruza nuestras fronteras» y que debe llevarse a cabo una tramitación efectiva de las solicitudes de asilo, deportando a quienes sean rechazados.

El funcionario holandés no está de acuerdo con el enfoque adoptado por estados como Hungría y las naciones bálticas para reforzar sus fronteras externas, una medida que ha frenado significativamente el flujo de inmigración ilegal a través de esos países.

Según los propios datos de Frontex, las dos rutas migratorias hacia Europa donde la protección de las fronteras ha sido una prioridad de los respectivos gobiernos —a saber, Hungría, Polonia y los países bálticos— son las únicas que vieron una disminución en los cruces fronterizos irregulares el año pasado. En la ruta de los Balcanes Occidentales los cruces disminuyeron un 31% interanual, mientras que la frontera terrestre oriental de Bielorrusia a Polonia y Lituania, y de Rusia a Letonia, disminuyó un 12%. «Este discurso de ‘detener a la gente’ y ‘cerrar fronteras’ no puede ser nuestra narrativa todo el tiempo. Mi trabajo es crear un equilibrio entre una gestión fronteriza eficaz y el cumplimiento de los derechos fundamentales», añadió.

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