No es mucho, pero es algo: al menos, la invasión descarada de Europa mediante la inmigración ilegal masiva procedente del Tercer Mundo está siendo denunciada cada vez más alto por algunos políticos visionarios. Como el ex primer ministro checo Andrej Babiš, que recientemente advirtió en el Parlamento que la inmigración es un «cáncer» que ya ha destruido Europa occidental pero que ahora golpearía también en Europa Central y del Este.
El Gobierno checo de centroizquierda de Petr Fiala ayudó a aprobar el pacto a favor de la inmigración, lo que ha generado duras críticas por parte de la oposición encabezada por Babiš, quien dice que el pacto provocará una ola de inmigración desde Oriente Medio y África a Chequia.
«El pacto migratorio de (el ministro del Interior) Vít Rakusan y Fiala no es una medicina que curará a la Unión Europea, sino un veneno utilizado para el suicidio asistido de Europa y su cultura. El rechazo de los inmigrantes de un entorno cultural completamente diferente no es una manifestación de falta de solidaridad, sino un instinto de autoconservación», afirmó Babiš.
Advirtió además que están llegando cuotas de inmigrantes a Chequia, lo que obligará al país a aceptar a miles de recién llegados. «El pacto migratorio fue negociado e impulsado por el Gobierno de Fiala durante la presidencia checa de la UE y aprobado por el Parlamento Europeo la semana pasada. La votación de este acuerdo monstruoso y absolutamente loco, que contiene cuotas ocultas de refugiados y obliga a la República Checa a aceptar inmigrantes de África y Oriente Medio exactamente como lo prevé Bruselas, podría transformar nuestro país hasta quedar irreconocible en unos pocos años. Sin exagerar, Fiala y Rakusan han cambiado nuestra seguridad, cultura y forma de vida por una inmigración incontrolada, una explosión del crimen y la desintegración de nuestra sociedad, tal como está sucediendo hoy en muchos países de Europa Occidental», señaló.
«Lo voy a decir claramente aquí y no le tengo miedo. La inmigración ilegal masiva de personas con una cultura, costumbres y mentalidades completamente diferentes es un cáncer que está destruyendo la sociedad europea. Si no empezamos a hacer algo contra esta insidiosa enfermedad, dentro de unos años la República Checa podría encontrarse en la misma situación que Francia, Alemania, los Países Bajos, Gran Bretaña, Italia o Suecia».
El ex primer ministro checo, que lidera el partido ANO, que encabeza las encuestas, llegó incluso a decir que Europa occidental estaba perdida, pero ahora, con la introducción del pacto migratorio de la UE, los países de Europa central y oriental podrían ser los próximos en sucumbir a la inmigración masiva.
«Esto debe quedar claro para cualquiera que vea lo que está sucediendo en las ciudades de Europa occidental. Lamentablemente, creo que es demasiado tarde para salvar a Europa occidental. Sin embargo, en la República Checa y otros países de Europa central y oriental esa situación aún es evitable. Incluso si faltan «cinco minutos para la medianoche», todavía tenemos tiempo y la oportunidad de luchar contra la inmigración ilegal. Ese primer paso es rechazar a los progresistas de fronteras abiertas, ecofanáticos e ingenieros sociales que quieren ‘mejorar nuestro mundo’ por la fuerza, y elegir a personas que defiendan ferozmente nuestros intereses nacionales y se opongan a la inmigración ilegal en las elecciones al Parlamento Europeo”.
