El subsecretario de Estado de Justicia de Italia, Andrea Delmastro (Fratelli), ha anunciado importantes acciones para fortalecer la seguridad en las prisiones tras la visita a la prisión de Lecce, ubicada en la región de Apulia.
Una de las medidas destacadas es el desarrollo de nuevos protocolos de funcionamiento de las prisiones italianas, los cuales tienen como objetivo brindar directrices claras y precisas a los miembros de la Policía Penitenciaria para que sepan cómo actuar en situaciones críticas dentro de las cárceles. Se espera que esta iniciativa mejore la capacidad de respuesta y asegure la seguridad en momentos de disturbios y revueltas.
Además, el subsecretario informó que se encuentra en continua comunicación con el Gobierno de Francia para estudiar el modelo ERIS, un grupo operativo de respuesta a emergencias que ha demostrado ser efectivo en la restauración del orden y la seguridad en situaciones de crisis en las prisiones.
El objetivo es recopilar las mejores prácticas europeas en la gestión de disturbios y aplicarlas en Italia. Con el fin de fortalecer al personal penitenciario, el Gobierno de Giorgia Meloni ha ordenado la contratación de 1.000 policías penitenciarios adicionales. Esta medida busca garantizar un mayor control y seguridad dentro de las cárceles, según el Ejecutivo.
Simultáneamente se está llevando a cabo un amplio programa de capacitación para más de 4.000 agentes penitenciarios. Estas sesiones de formación se centran en mejorar las habilidades del personal en el manejo de situaciones críticas, disturbios y en el uso adecuado de tácticas de intervención y manejo de crisis.
En cuanto a los equipos de seguridad, se ha desplegado un amplio arsenal que incluye escudos antidisturbios, cascos antidisturbios, nuevos uniformes… Estos recursos proporcionarán una mayor protección al personal penitenciario durante situaciones de alta tensión.
Además, el Gobierno de Giorgia Meloni tiene como objetivo establecer una estructura de liderazgo sólida en las prisiones italianas. Para diciembre se espera que cada prisión del país cuente con un director titular, y para marzo del próximo año se designará un «comandante». «Estos nombramientos buscan mejorar la coordinación y la toma de decisiones dentro de las instituciones penitenciarias», reiteran desde el Gobierno italiano.
Delmastro dejó en claro que el objetivo principal de todas estas medidas es asegurar el orden y la seguridad en las prisiones italianas, y enfrentar de manera contundente a aquellos que, incluso desde dentro de las cárceles, buscan establecer jerarquías delictivas que desafían la legalidad establecida. «Los problemas del sistema penitenciario italiano son una herencia muy pesada recibida de quienes, precisamente desde el hemiciclo izquierdo, nunca se han planteado el tema de mantener el sistema penitenciario», afirmó.
Así, el Gobierno italiano quiere «garantizar la integridad y la seguridad tanto del personal penitenciario como de los reclusos», y confía en que estas medidas «contribuyan a lograr un entorno penitenciario más seguro y controlado».
