«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
«Hicieron todo lo posible para romperme, pero aun así, aquí estoy, en pie»

El testimonio de una joven víctima de los abusos causados por musulmanes en Reino Unido: «Los jueces temían ser acusados de racistas»

Samantha Smith, joven abusada en el Reino Unido. The Telegraph

Una joven periodista, que fue sexualmente explotada durante casi una década en el Reino Unido, ha compartido su testimonio, arrojando luz sobre fallos graves en el sistema judicial y el impacto de la inacción de las autoridades. Sus palabras han vuelto a centrar la atención en un problema que, según ella, persiste en ciudades y pueblos de todo el país.

La periodista relató que fue manipulada y violada entre los cinco y los catorce años. Tras los abusos, se enfrentó a un sistema judicial que la describió como insensible: «Prácticamente me destrozó y me dejó de lado, como les sucede a muchas niñas». Según ella, «la gente encuentra más fácil ignorar a las víctimas que perseguir a los culpables».

Uno de los factores que permitió que los crímenes continuaran durante años, aseguró, fue el miedo de las autoridades a las implicaciones raciales. «La policía y las autoridades locales temían ser acusadas de racismo, de ser de derechas o de intolerantes», señaló. Este temor, según ella, resultó en la falta de acción ante las denuncias.

La explotación sexual infantil, advirtió, sigue siendo un problema actual. A pesar de que muchas figuras de autoridad afirman que estos casos son cosa del pasado, la periodista destacó que «hace tan sólo cuatro años, en Inglaterra y Gales, hubo más de 700 denuncias de presunta explotación sexual infantil». Añadió que frases como «se cometieron errores y se aprendieron lecciones» no reflejan la realidad actual.

Además de exponer los fallos institucionales, su relato es también una muestra de resiliencia. «Al negarme a permitir que lo que me hicieron me destruya, puedo desafiar todas las expectativas que tenían sobre mí», afirmó. «Hicieron todo lo posible para romperme, pero aun así, aquí estoy, en pie».

El testimonio de esta superviviente pone en evidencia no sólo la necesidad de abordar con firmeza los casos de abuso, sino también de garantizar que el miedo a ser criticado no impida que se proteja a los más vulnerables. Su mensaje es un llamado urgente a revisar los sistemas de protección infantil en el Reino Unido y a enfrentarse a estos crímenes con la contundencia que merecen.

+ en
Fondo newsletter