«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
podría traducirse en cargos penales

Fiscales alemanes investigan al Ministerio de Exteriores por emitir visados fraudulentos para inmigrantes

Olaf Scholz. Europa Press

Miles de extranjeros entraron en Alemania en los últimos años con documentación falsificada, con el conocimiento y la connivencia de funcionarios del Ministerio de Exteriores, en una trama que implica a varias embajadas y consulados.

Esa es la acusación que están investigando fiscales de Berlín y Cottbus, y que podría traducirse en cargos penales. Es lo que le faltaba a un Gobierno frecuentemente acusado de promover una política migratoria desastrosa, que apuesta por las fronteras abiertas y que ha aprobado una ley de «naturalización» que acelera la concesión de la ciudadanía a cientos de miles extranjeros.

Según la publicación alemana Focus, la mayoría de los que entraron al país con documentos falsos aprobados por el Ministerio de Asuntos Exteriores solicitaron posteriormente asilo en Alemania. El Ministerio de Asuntos Exteriores alemán lleva más de un año bajo investigación por haber dado instrucciones al personal del consulado alemán en Islamabad (Pakistán) para que expedir un visado a un tal Mohammad G. a sabiendas de que su pasaporte era falso. Según la información, el Ministerio Federal de Asuntos Exteriores ignoró también las advertencias de la policía federal en el caso de varios afganos.

Los fiscales están buscando a empleados sospechosos de haber dado instrucciones al personal de las embajadas y consulados alemanes para que «permitieran la entrada a Alemania a solicitantes con documentos incompletos o manifiestamente falsificados».

El propio Ministerio ha tenido que reconocer públicamente que tiene conocimiento de tres investigaciones. Bild también informa de al menos otros 20 visados «cuestionables» concedidos a ciudadanos afganos, ahora investigados por la Fiscalía.

El caso de Mohammad G. fue el que desató la alarma. En su caso, el departamento jurídico del Ministerio de Asuntos Exteriores se enfrentó con la oficina de visados de Islamabad porque los funcionarios locales se negaron a conceder al hombre un visado para entrar en Alemania. Mientras investigaba el caso, Bild encontró una orden dada por el departamento jurídico al centro de visados de Pakistán para permitir que entrara en Alemania.

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