La ministra francesa de Justicia, Nicole Belloubet, indicó el pasado 6 de junio que entre este año y el próximo saldrán en libertad en Francia unos 450 presos que han cumplido penas por terrorismo yihadista o condenados por otros delitos que, además, están fichados por radicalismo.
Francia y Bélgica se comprometieron a reforzar su cooperación en el seguimiento de los presos radicalizados a su salida de prisión, una tarea considerada por ambos países como un «gran desafío».
El primer ministro francés, Edouard Philippe, dijo tras reunirse en París con su homólogo belga, Charles Michel, que anticiparán la salida de los detenidos por infracciones terroristas relacionadas con el islam radical, así como la de aquellos en quienes se haya observado una radicalización.
En su conferencia de prensa conjunta, señaló que contemplan una armonización, por parte de sus respectivos servicios competentes, de las modalidades de notificación sobre los presos radicalizados al salir de la cárcel.
Philippe consideró «esencial» la colaboración contra la radicalización en el ámbito carcelario y avanzó que, a nivel europeo, ambos países defenderán «con determinación el refuerzo de los controles en las fronteras exteriores de la UE, en concreto en el marco de un posible retorno de combatientes terroristas extranjeros».
La ministra francesa de Justicia, Nicole Belloubet, indicó el pasado 6 de junio que entre este año y el próximo saldrán en libertad en Francia unos 450 presos que han cumplido penas por terrorismo yihadista o condenados por otros delitos que, además, están fichados por radicalismo.
Los condenados por terrorismo que van a ser excarcelados cumplen penas, sobre todo, por haber formado parte de redes de envío de combatientes a territorios que estaban controlados por grupos yihadistas en Siria e Irak.
