«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
«el discurso climático ha alcanzado niveles grotescos»

Girauta (VOX) denuncia la «farsa» del catastrofismo climático: «Nos han vendido una estafa que mezcla negocio, ideología y religión de sustitución»

Juan Carlos Girauta (VOX). VOX

El teatro Nuevo Alcalá de Madrid acogerá este jueves una nueva edición de Conversaciones sobre Europa, una serie de eventos impulsados por el eurodiputado de VOX y miembro de Patriotas por Europa Juan Carlos Girauta, bajo el título «La tragicomedia del cambio climático: por qué lo verdaderamente científico es ir contra el consenso establecido». El acto, abierto a todos los públicos, combinará intervenciones científicas y artísticas «para desenmascarar el alarmismo climático como una construcción ideológica y anticientífica!.

La jornada se centrará en dos conversaciones entre expertos que abordarán los aspectos fundamentales de la manipulación climática. La primera, Realidad y ficción del cambio climático, desgranará las causas naturales de los ciclos climáticos; la segunda, El cambio climático, un dogma anticientífico, mostrará cómo el consenso impuesto ha cancelado el debate y convertido la ciencia en una nueva religión política.

«Todo esto es teatro, y hay que exponerlo como tal», afirma Girauta en conversación con La Gaceta de la Iberosfera. «Han construido un discurso apocalíptico, emocional, que no se puede discutir sin ser perseguido. Por eso hemos elegido un teatro: porque hay mucho teatro en el cambio climático».

Girauta enmarca este acto en una estrategia cultural más amplia para desmontar el andamiaje ideológico del wokismo. A lo largo de la legislatura, el eurodiputado organizará diez eventos —uno cada semestre—, dedicados a combatir las distintas cabezas de la hidra ideológica: género, inmigracionismo, indigenismo, animalismo, feminismo radical o ecologismo extremo. «El wokismo es un monstruo con muchas serpientes, pero todas salen de la misma cabeza. Si no disputamos su hegemonía cultural, seguirán imponiendo sus dogmas», asegura.

En el caso del clima, la crítica es frontal. «Nos han vendido una estafa que mezcla negocio, ideología y religión de sustitución. El que no repite el dogma queda cancelado. Los científicos disidentes no pueden investigar, publicar ni opinar. Y el ciudadano común tiene miedo incluso de hablar en una cena con amigos».

El evento también propone una vía alternativa: la emoción bien dirigida como herramienta de liberación cultural. Por eso, junto a las conversaciones entre expertos, habrá elementos teatrales, música y escenografía. «Una mesa redonda se olvida. Pero si mezclas verdad científica con una experiencia estética, eso permanece. La risa desarma el dogma. Y eso es lo que vamos a hacer».

Girauta señala que el discurso climático ha alcanzado niveles grotescos: «Nos dicen que los pedos de las vacas son el problema, pero no pasa nada si la carne viene de fuera. Se persigue al agricultor europeo, pero se abren las puertas al producto de terceros países sin controles. Esto no es protección del planeta, es destrucción planificada del sector primario».

El eurodiputado también apunta al origen ideológico de este culto climático: «La adoración mística de la naturaleza sobre el ser humano viene del nacionalsocialismo alemán. Los nazis fueron pioneros del ecologismo radical. Esto lo heredan los verdes alemanes y lo financia la Unión Soviética. En los años 70 se convierte en estrategia de control: sembrar miedo para controlar poblaciones».

La clave, insiste, es que «el catastrofismo climático no responde a la ciencia sino al consenso«. Y ese consenso, recuerda, ha sido históricamente el enemigo de la verdad. «La ciencia progresa porque alguien se atreve a ir contra lo establecido. Galileo, Newton, Copérnico, todos desafiaron el consenso. Decir que hay consenso y que no se discute es lo más anticientífico que existe».

Para Girauta, el evento es también un acto de rebeldía contra la imposición cultural: «Cuando alguien pone cara de preocupación y dice que se acaba el planeta, a mí me dan ganas de reírme. Pero uno tiene que hacer teatro también, porque si no, parece insensible. Por eso este formato. Porque reírse de ellos es legítimo, necesario y profundamente efectivo».

+ en
Fondo newsletter