Los ministros del Interior de Hungría, Alemania, Austria, República Checa, Eslovaquia y Polonia se reúnen este lunes en Hungría para abordar la lucha contra la inmigración ilegal. El ministro del Interior húngaro, Sándor Pintér, ha convocado esta reunión en una localidad de Szeged, fronteriza con Serbia y donde en 2015 se levanto una valla para impedir la entrada de inmigrantes.
La ministra del Interior alemana, Nancy Faeser, llega a la reunión con la cifra anual más altas de llegadas de inmigrantes ilegales desde la crisis de 2015. En octubre Faeser planteó la necesidad de establecer controles fronterizos en las fronteras con Polonia, República Checa y Suiza pese a tratarse de pasos abiertos en virtud del Tratado de Schengen.
A la ministra alemana le preocupa que los centros de acogida de solicitantes de asilo alemanes están desbordados y han provocado un agrio debate sobre el reparto del coste que suponen. Sobre esta situación se pronunció el propio canciller. En octubre, Olaf Scholz defendió en una entrevista con ‘Der Spiegel‘ la necesidad de «deportar a gran escala a quienes no tienen derecho a estar en Alemania».
Además, Scholz defendió la limitación de la inmigración ilegal, así como la mejora en el control de las fronteras exteriores de la Unión Europea. Una reclamación que va en la línea con lo exigido por los Gobiernos de Hungría y Polonia. La de endurecer los controles en las fronteras internas con otros países del espacio Schengen.