Se publica en Reino Unido un informe de la doctora Hillary Cass que prueba el error que supuso la ley Trans británica que suministraba a niños bloqueadores de la pubertad. La norma, copiada después en España por Irene Montero, fue retirada. En España, sin embargo, sigue en vigor. El informe Cass, que compila cuatro años de investigación sobre el proceso de transición concluye que la terapia es más efectiva. En concreto, estudia el proceso del NHS (Sistema de Salud de Gran Bretaña), para concluir que los niños y adolescentes que deseen ‘transicionar’, deben realizarse informes psicológicos.
A la par, según informa ABC, se conocen dos revisiones científicas en la revista Archives of Disease in Childhood que vuelven a cuestionar esos tratamientos. Insisten en que no tienen suficiente respaldo científico. Los inhibidores de gonadotropina se utilizan como tratamiento para la disforia de género, junto a las progestinas y la espironolactona.
En base a un centenar de estudios ya publicados con una base de datos de 28.147 registros, el equipo de la doctora Jo Taylor, advierte de los peligros de los bloqueadores de la pubertad. En concreto, los científicos del Departamento de Ciencias de la Salud de la Universidad de York concluyen que no hay evidencias de los riesgos y beneficios de estas terapias. Revisaron estudios de 2006 a 2022, en Estados Unidos, Canadá, Países Bajos, el propio Reino Unido y Brasil y Alemania.
De 10.673 pacientes, 9.404 de eran adolescentes que padecían disforia. 4.702 de ellos recibieron supresores de la pubertad y 4.702 no. Así, pudieron determinar que la supresión de la pubertad puede ofrecer algún beneficio, pero impacta en la salud ósea, el desarrollo cognitivo, psicosocial, y la salud cardiometabólica.
