En el corazón de Europa surgió una iniciativa para unificar a los patriotas del continente y todo Occidente. La capital de Rumanía, Bucarest, fue sede de MEGA: Make Europe Great Again, para hacer a Europa grande de nuevo.
Como si se tratase de una villana, el mismísimo Leviatán con tentáculos y todo, los organizadores del evento representaron como el mal a combatir a Ursula Von Der Leyen y consigo los excesos de la Unión Europea. La iniciativa fue encabezada por AUR, la Alianza por la Unión de Rumanía, un partido de resistencia contra el globalismo.
Aunque hubo referentes del Brexit presentes, el fin del evento y el discurso preponderante no era para salir de la Unión Europea sino para volverla más eficiente y a su vez estar unidos contra cualquier abuso por parte de esta.
Para transmitir esa idea, el presidente del partido anfitrión, el parlamentario George Simion, cerró el evento con un emotivo discurso. Puso en valor lo que se ha dado a conocer como la «batalla espiritual» y frontalmente incorporó su Fe en sus palabras. «Somos libres porque fuimos creados a imagen y semejanza de Dios. Somos patriotas porque amamos el suelo en que nacimos y somos conservadores por naturaleza«, exclamó.
Al igual que otros ponentes dejó en claro que la libertad que promueven no deriva del concepto de la Revolución Francesa (masónica y profundamenta anti-cristiana) ni es una abstracción, tampoco subjetiva.
Simion detalló que el grueso de los pueblos de la región comparten su visión. Pero que el adoctrinamiento los aleja de esa naturaleza. Por eso y más convocó a los patriotas a luchar para defender esos valores y combatir las amenazas que acechan.
Al respecto, un panel de trabajo se centró en evaluar el alcance de la Unión Europea. Si debe apuntar a un federalismo o no y si las naciones deben permitir que Bruselas se imponga sobre su soberanía. La respuesta contundente fue que no.
En vista que el lema «MEGA» es derivado del «MAGA» de Donald Trump, varios integrantes del equipo del exmandatario estadounidense participaron activamente. Durante el panel en defensa de la familia, por ejemplo, estuvo un matrimonio que dio testimonio sobre la rebaja de impuestos que impulsa la producción de los pequeños y medianos productores.
Entre ellos se destacó Bruce LeVell. Fue miembro del departamento de comunicaciones bajo la presidencia de Trump. Para comenzar, al ser un hombre negro desafía los epítetos de supuesto racismo que le adjudican a Trump y a los conservadores en general.
Es un hombre felizmente casado con su esposa desde hace 32 años que predica con el ejemplo en medio de la lucha contra el flagelo que ha producido la dependencia estatal: suplantar la figura del padre proveedor con un Estado agigantado. Como empresario detalló el hecho de que la pequeña y mediana empresa conforma el 62% de la economía y produce el 49% de impuestos. Por ello destaca la importancia de reducir impuestos, como hizo Trump, para incentivar a los pequeños para ser grandes.
Es decir, llevar el concepto de «make great (hacer grande)» sobre todo a los que menos tienen. También de EEUU se destacaron personalidades mediáticas como el comentarista Jack Posobiec. Detrás de cámaras remarcó que se ha dedicado a revelar los abusos que existen en la frontera. Denuncia que la inmigración ilegal es a menudo tráfico de personas y que incluso sirve para transportar a yihadistas. Eso sin ignorar que a menudo los propios inmigrantes son víctimas de abuso por parte de los traficantes. Todo dicho sin tapujos ni temor a la corrección política.
Contra la censura
Respecto a la lucha contra la censura, entre otros, estuvo presente nada menos que Robert Malone. Este científico y médico fue uno de los creadores de la vacuna mRna. Lo cual lo facultaba por un lado de hablar del tema y por otro lo responsabilizaba para denunciar que había contraindicaciones para la vacuna del coronavirus y mucho menos esta debía ser impuesta por la fuerza.
En defensa de la familia
Sobre la libertad y la autonomía también se incluyó la defensa de la familia, tanto en un panel como en participaciones individuales. Una parlamentaria rumana abrió el espacio en ese sentido. Resaltó que son padres y madres amorosos, no la fría figura del «progenitor uno y dos». Por ende, que la lucha incluye poder decir la verdad. Puesto que la ideología de género pretende imponer no solo la anulación de los sexos sino la figura paterna y materna. Propugnó la lucha por cuidar a los hijos de ideologías ajenas a la naturaleza. Al igual que ella lo hicieron Moms for Liberty, una agrupación de madres en EEUU que llevan la batalla en el plano académico, social y legal.
Unidos de pie, divididos nos desplomamos
El panel final convocó a la unidad entre los patriotas para sostener a la civilización occidental. Uno de los ponentes más destacados fue Mark Ivanyo, oficial del ministerio de Justicia de Trump. Este grupo de ponentes también contó con el periodista español Alvaro Peñas.
Y no fue el único español presente. También hubo más periodistas y pensadores. Entre ellos Sergio Velasco, analista de Hungría y Polonia y el académico Juan Ángel Soto. Soto hizo un llamado de atención sobre todos temas. Uno: abogar más por la causa que por el personalismo y dos empezar por el ejemplo en el hogar. Pues advierte que hay quienes con un espíritu templario pretenden defender la cristiandad y en el camino descuidando a sus propias familias.
En vista de que la familia es la base de la sociedad, su mensaje concuerda con la esencia del evento. A la vez que la causa supera al individuo, su fama y su ego, y apuesta por la trascendencia tanto del alma como de las siguientes generaciones. Dado que se acercan las elecciones europeas, advierten que en estas están en juego tanto el alma del individuo como la del propio continente. El globalismo va por todo y por todos. Por eso, desde Make Europe Great Again llamaron a la unidad del continente sin dejar de preservar la unicidad de cada reino y nación.
