El Gobierno francés que encabeza el primer ministro, Michel Barnier, podría enfrentarse en los próximos días a una moción de censura impulsada por el partido de Marine Le Pen en caso de que fracasaran las negociaciones sobre los presupuestos para 2025. En este sentido, Agrupación Nacional exige al primer ministro que respete su mayoría de escaños y tenga en cuenta las pensiones y la reducción de los reembolsos de ciertos medicamentos.
La erosión política provocada por la enorme austeridad de los presupuestos de Barnier, concebidos para reducir una deuda estimada en 3.200 millones de euros, viene provocada por su actitud negativa a tocar los asuntos que exige el partido de Le Pen, cediendo únicamente en la eliminación de la subida del impuesto de la electricidad.
En esta línea, el presidente de Agrupación Nacional, Jordan Bardella, ha denunciado que este gobierno está provocando que las negociaciones acaben suspendidas «por pura testarudez y sectarismo». Asimismo, fuentes del entorno de Le Pen aseguran que la dirigente ya ha tomado «su decisión» en torno a la posible moción de censura, aunque habrá que esperar a que se reciba el texto presupuestario relativo a la financiación de la Seguridad Social.
Frente a la presión, el ministro de Presupuestos y Cuentas Públicas, Laurent Saint-Martin, ha avanzado que el Gobierno no piensa hacer nuevas concesiones en el presupuesto de la Seguridad Social, a pesar de la amenaza de la moción. Además, la dificultad del debate en general está haciendo temblar los mercados financieros y, en consecuencia, los costos de endeudamiento soberano francés han aumentado drásticamente, alcanzando la prima más alta sobre los bonos alemanes.