El Partido de Izquierda, Die Linke, no pasa por sus mejores momentos. Como la mayoría de los partidos asociados a la actual situación de Alemania, está en horas bajas en lo que se refiere a sus perspectivas electorales, mientras ven cómo los soberanistas de Alternativa para Alemania (AfD) suben como la espuma en apoyo electoral. Así que han decidido exigir la ilegalización de estos molestos rivales: si no puedes vencerlos, elimínalos.
El ejecutivo federal de Die Linke (La Izquierda) se ha pronunciado a favor de prohibir el partido Alternativa para Alemania (AfD) y su organización juvenil, Alternativa Junge (JA), afirmando que AfD es «un peligro para la democracia».
Los copresidentes del partido, Janine Wissler y Martin Schirdewan, han emitido una nota en la que avisan que «se estudiará lo antes posible un procedimiento de prohibición contra este partido», añadiendo que el ala juvenil de AfD debe ser la primera en vetarse, ya que «hace tiempo que se ha convertido en un punto de reunión para los radicales y fascistas de derecha«. El «fascismo», ese maravilloso cajón de sastre.
Die Linke ha querido presentar esta demanda justo en el Día de la Victoria en Europa, que marca el fin de la Segunda Guerra Mundial, para que sea «también un recordatorio y una advertencia porque el fascismo no fue completamente derrotado». El partido de izquierda acusó a los políticos de AfD de incitar públicamente «prejuicios racistas y llamar a la violencia contra opositores políticos y minorías«.
