Uno de los aspectos más irritantes e incomprensibles de la llegada masiva de inmigrantes ilegales que sufren los países europeos es que las autoridades parecen aplicar una vara de medir con ellos diferente a la que aplican a los nativos, favoreciéndoles en multitud de aspectos. Como las colas de la sanidad, denuncia el Daily Mail.
Si hablas inglés, te toca esperar al final de la cola en las salas de espera de los hospitales del NHS en favor de los pacientes que necesitan un intérprete, según revela el diario británico. El Imperial College Healthcare, un fondo del Servicio Nacional de Salud (NHS) con cinco hospitales en el noroeste de Londres, prioriza a los pacientes a quienes se les ha asignado un intérprete.
Así lo ha denunciado el candidato a líder del partido conservador Robert Jenrick, afirmando que el sistema defrauda a los pacientes del NHS británico. Jenrick, exministro de Inmigración, declaró al diario que «bastante tienen ya que esperar los británicos para ser atendidos como para que encima se vean sometidos a la indignidad de quedar al final de la cola».
«Es una prueba más de la presión que la inmigración masiva ejerce sobre nuestros servicios públicos y de las dificultades que supone integrar a un número sin precedentes de personas. Quienes no hablan inglés no deberían tener el privilegio de saltarse la cola«, añadió.
La política de los hospitales establece que, si hay un retraso en una clínica y se ha reservado previamente un intérprete para un paciente, las enfermeras atenderán a ese paciente lo más cerca posible de la hora de la cita original para no incurrir en costos adicionales del servicio de interpretación. El resultado es que los angloparlantes pueden encontrarse con que su posición en la cola se pasa por alto deliberadamente. El servicio de maternidad del Hospital Queen Charlotte y Chelsea en el oeste de Londres implementa esta política en sus clínicas prenatales.