La corrección política en Alemania ha vuelto a superar todos los límites. En las últimas semanas, distintas ciudades alemanas han lanzado campañas gráficas en piscinas públicas con mensajes como «¡Prohibido manosear!» o «¡Llama a la tortuga Tiki si te tocan!» en las que se señala a los alemanes. El objetivo aparente es prevenir agresiones sexuales entre menores. La realidad, sin embargo, es más preocupante: el auge de los ataques y tocamientos en estos espacios está directamente vinculado con el fracaso de la política migratoria.
El eurodiputado de VOX, Jorge Buxadé, ha denunciado en redes sociales esta farsa multicultural. «Las élites corruptas alemanas han metido millones de falsos refugiados en Europa y ahora lanzan campañas para advertir a los hijos de sus burócratas del peligro que ellos mismos han creado», afirmó en un mensaje acompañado de los polémicos carteles.
Uno de los carteles más criticados muestra a un niño blanco rubio tocando a un niño negro en una piscina, mientras una tortuga le explica que tiene derecho a defender su cuerpo. ¿Cuál es el problema? Las estadísticas. Según datos del propio Ministerio del Interior alemán, el 64% de los agresores sexuales en piscinas en 2024 fueron extranjeros. Pero los carteles, lejos de mostrar esa realidad, la edulcoran, invirtiendo los roles para no «estigmatizar».
La campaña «Ich sag’s!», impulsada por la policía de Colonia, busca animar a los menores a denunciar comportamientos incómodos. En Büren, otra ciudad de Renania del Norte-Westfalia, se ha creado incluso una palabra clave infantil: «Tiki», el nombre de la tortuga que aparece en los dibujos. Cuando un niño dice «Tiki», el personal de seguridad debe intervenir. Una estrategia pedagógica ridícula ante una ola de delitos provocada por políticas suicidas.
Los delitos sexuales en piscinas alemanas se han disparado. En la región alemana de Hesse, sólo en 2024, se registraron 74 agresiones sexuales en piscinas públicas, con un 60% de los sospechosos identificados como extranjeros, según medios locales. A nivel federal, en 2023, el 47,5 % de los sospechosos en violaciones en grupo eran extranjeros, y los solicitantes de asilo —pese a representar solo el 2% de la población— concentraban hasta el 12% de las denuncias por agresión sexual. «Pronto en las piscinas patrocinadas por el bipartidismo», ironizó Buxadé en alusión al PP y el PSOE.