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Porque carecen de documentación

Las autoridades alemanas desconocen el origen de más de la mitad de los solicitantes de asilo

Bandera de Alemania. Europa Press

Se ha convertido en una nutrida sección de vídeos y fotos virales en las redes las que muestran a inmigrantes que ya en la patera, antes de desembarcar, destrozan y arrojan al mar sus pasaportes y otros documentos que puedan identificarles. Y esto se está convirtiendo en un grave problema en Alemania, que no puede deportar a aquellos a quienes niega el asilo porque no saben de dónde proceden.

Los inmigrantes siguen entrando a millares en Alemania, pese a las declaraciones del Gobierno de coalición, y un número nunca visto de ellos carecen de toda documentación, convirtiendo en misión imposible deportarlos.

En lo que va de 2024, el 57% de los solicitantes de asilo (frente al 48% en 2023) no tenían identificación que demostrara su identidad, su edad o su país de origen, según datos de la Oficina Federal para Migraciones y Refugiados (BAMF).

Casi 100.000 inmigrantes, cuenta el diario Welt, entraron ilegalmente en Alemania entre enero y mayo, y más de la mitad de ellos no tenían pasaporte ni documento nacional de identidad.

La falta de identificación ofrece una gran ventaja a los inmigrantes ilegales porque Alemania casi siempre se ve imposibilitada para deportar a estos extranjeros. Las autoridades alemanas simplemente ignoran su país de origen, y los países de donde provienen estos inmigrantes casi nunca aceptarán el regreso de un ciudadano si no tiene pasaporte.

Ahora mismo Alemania tiene 250.000 inmigrantes marcados para su deportación, pero sólo ha conseguido deportar a 6.300. No son refugiados en ningún sentido del término aceptado por la legislación internacional, no huyen ni de la guerra ni de la persecución: de hecho, una proporción abrumadora de ellos pasa las vacaciones en esos países donde supuestamente corrían peligro. Pero no se les deporta.

Las ONG que viven de este infame tráfico y, en general, los activistas proinmigración alegan que es fácil perder el pasaporte cuando estás huyendo, pero la práctica desmiente fácilmente esa patética excusa. Por ejemplo: el 57,5% de los turcos que entran en Alemania lo hacen sin pasaporte o documento que les identifiquen. Y no hay guerra en Turquía, ni persecución oficial alguna. Los turcos son, de hecho, el tercer mayor grupo de inmigrantes ilegales que ingresan a Alemania, después de los sirios y los afganos.

Un funcionario de la BAMF que habló con Welt bajo condición de anonimato dijo que el hecho de que Turquía sea un «Estado miembro de la OCDE y de la OTAN» que tiene «un gran número de ciudadanos sin documentos de identidad es absurdo». De hecho, Turquía tiene una ley estricta según la cual «todo ciudadano turco está obligado a tener un documento de identidad». A los turcos tampoco se les permite acceder a servicios ni enviar a sus hijos a la escuela sin documentos de identificación.

Otro funcionario que se ocupa de las deportaciones dijo a Welt que la mayoría de los turcos «difícilmente ofrecen información sustancial” que justifique la solicitud de asilo durante las audiencias. Pero casi ninguno de ellos acaba deportado, porque los turcos no aceptan la entrada de nadie que no lleve pasaporte.

Otros países, como Irlanda, se enfrentan a los mismos problemas; el director ejecutivo de Ryan Air, Michael O’Leary, asegura que los inmigrantes están tirando sus documentos de identidad por el desagüe en los vuelos con destino a Irlanda.

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