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A PARTIR DE -12ºC pierden un 40% de su autonomía

Las bajas temperaturas paralizan la flota de autobuses eléctricos en la que Oslo invirtió 100 millones de dólares

Autobús Solaris Urbino. Europa Press

Los termómetros en Noruega, Finlandia y Suecia han caído durante los primeros días del año por debajo de los 40 grados centígrados en algunos lugares, registrando las temperaturas más frías de este invierno hasta el momento.

En el pueblo de Nikkaluokta, en el norte de Suecia, se alcanzaron los -41,6 grados centígrados a primera hora del martes 2 de enero, según la emisora ​​sueca SVT. Y en Oslo, por primera vez en la historia, el termómetro cayó por debajo de -30°C, mientras que se batieron otros 15 récords de frío en todo el este de Noruega.

El frío extremo que atraviesan estos días varias naciones de Europa —las temperaturas también se desplomarán esta semana en España con máximas que no superarán los diez grados—, así como la gran acumulación de precipitaciones en forma de nieve que se está produciendo en estos lugares, está provocando graves problemas en el transporte y cortes en los suministros eléctricos, y están afectado de una manera particular a los vehículos que, en cumplimiento de la «agenda climática», han abandonado los sistemas de combustión.

Así, en la capital de Noruega, unas 100 salidas de autobuses eléctricos fueron canceladas como consecuencia del clima. «Estamos afrontando algunos desafíos debido a que la autonomía de los autobuses es más corta en climas fríos«, ha reconocido un portavoz de Ruter, la empresa que gestiona el transporte público en la ciudad.

Oslo adquirió en el mes de abril 183 autobuses eléctricos de la marca Solaris por 100 millones de dólares, una inversión que calificó entonces como una «gran victoria para el medio ambiente». Estos vehículos estaban destinados a cubrir las rutas más transitadas, que utilizan casi 150.000 personas cada día .Sin embargo, la llegada del invierno está resultando un desafío, ya que los autobuses no soportan las temperaturas bajo cero que se han alcanzado durante estos días.

Cuanto más fría es la temperatura, más lentas son las reacciones necesarias en las baterías para generar energía. «A partir de -12 grados Celsius, un vehículo eléctrico estacionado puede perder entre un 30 y un 40% de su autonomía incluso antes de iniciar su ruta», ha explicado Anna Stefanopoulou, profesora de ingeniería mecánica en la Universidad de Michigan, a EURONEWS.

Alrededor de dos tercios de la energía adicional consumida se utilizan sólo para calentar el interior del automóvil para que sea cómodo para el conductor y los pasajeros. Los vehículos eléctricos son más eficientes que los motores de gasolina, lo que significa que no pueden aprovechar el calor producido por el motor para calentar el interior del coche. Por ello, tienen que generar calor de otras formas, por lo que utilizan más energía de la batería, lo que significa perder alcance. 

«(En los meses fríos) Habrá que ajustar las rutas y avisar a los pasajeros o equipar el autobús con calefactores diésel para compensar la pérdida de autonomía del 30% si quieren mantener un horario completo y sus rutas habituales», ha explicado Stefanopoulou.

Pero instalar motores diésel significa ir en contra del objetivo de cero emisiones que la ciudad de Oslo se esfuerza por alcanzar para 2024 en todo su transporte público. 

A finales de 2024, el plan es sólo haya autobuses eléctricos en Oslo. Noruega tiene la mayor cuota de vehículos eléctricos en el mundo, el 80% de todos los vehículos matriculados en 2022.

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