«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
LA NOCHE SE SALDÓ CON 420 DETENIDOS

Las bandas celebraron la Nochevieja en Francia con la quema de casi 1.000 vehículos

El verano pasado, los franceses «pararon al fascismo» y convirtieron a la coalición de las izquierdas Nuevo Frente Popular en el mayor grupo parlamentario de la Asamblea. La Agrupación Nacional de Marine Le Pen, aunque fue el partido más votado, quedó con el tercer grupo, por debajo de los 150 diputados. En la victoria del Frente Popular (morados, socialistas, verdes y comunistas) fueron fundamentales los musulmanes y los descendientes de la inmigración. Y aunque el presidente Macron rechaza nombrar a un primer ministro que provenga de esa coalición, su principal figura Jean-Luc Melenchon sueña con pasar a la segunda vuelta en las próximas elecciones presidenciales, programadas para 2027.

La celebración tardó unos meses, pero ha merecido la pena. Hace más de un cuarto de siglo, se comenzó en Estrasburgo la quema de coches en Nochevieja por parte de bandas de gamberros, que en su mayoría viven en los suburbios, son pequeños delincuentes y pertenecen a familias de inmigrantes, y de ahí se extendió a todo el Hexágono. El Ministerio de Interior, Bruno Retailleau, un miembro de Los Republicanos, el PP francés, declaró que ardieron 984 vehículos, incluidos varios de la Policía, y se detuvo a unas 420 personas.

El número de máquinas supone casi un tercio más que hace un año, cuando fueron incendiados 745, aunque el entonces ministro de Interior, el liberal Gérard Darmanin, del partido de Macron, trató de engañar a la prensa dando datos menores. En una década, los maleantes han quemado casi 10.000 automóviles y a esta cantidad habría que sumar los destruidos con motivo de fiestas republicanas como el 14 de julio y similares.

Las autoridades y los políticos ya se contentan con controlar los incendios, como si lidiaran con catástrofes inevitables. La alcaldesa socialista de Creil, una pequeña ciudad de 35.000 vecinos en el norte del país, declaró que la Nochevieja había sido tranquila porque sólo se habían quemado dos coches y había habido «unos pocos disparos de mortero».

El Ministerio desplegó a 90.000 policías y gendarmes en el territorio francés, 10.000 de ellos en París y en su área metropolitana, más cientos de bomberos y voluntarios de protección civil.

Este vandalismo, que demuestra el fracaso de los Estados, se ha trasladado ya a Bruselas, donde se quemó una treintena de vehículos y la Policía detuvo a 160 individuos. Una cifra tan baja demuestra que París, por mucho que se empeñen los eurócratas, sigue siendo la capital de Europa.

En España, los seudomedios progresistas y la prensa que lee la derecha pero no es de derechas han vuelto a omitir de sus páginas esta tradición propia de la sociedad multicultural. Para enterarse de las noticias que ocurren en el lejano país vecino y que en cualquier momento pueden implantar aquí, como el Halloween, los españoles tienen que leer LA GACETA.

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