El Papa llamó al Mare Nostrum «el mayor cementerio del mundo», aludiendo a los numerosos naufragios de pateras y embarcaciones inadecuadas y atestadas que usan las mafias de tráfico de personas para llevar inmigrantes ilegales a Europa. Pero es, paradójicamente, esa actitud negligente frente a la entrada masiva de ilegales por parte de los europeos lo que está fomentando esos peligrosos periplos y, por tanto, las muertes.
Y tengo malas noticias en este sentido: el número de embarcaciones ilegales que han cruzado desde el norte de África hacia Italia se ha más que duplicado en los primeros dos meses del año, en comparación con el mismo período en 2022.
En enero y febrero se detectaron un total de 11.951 cruces a través de la ruta migratoria del Mediterráneo Central, un 118% más que en el mismo período del año pasado y que representan dos de cada cinco cruces fronterizos irregulares hacia la Unión Europea en lo que va del año.
Según la agencia fronteriza de la Unión Europea, Frontex , las tres principales naciones de origen de los inmigrantes que llegan a través del Mediterráneo son Costa de Marfil, Guinea y Pakistán.
En total, se han detectado 28.130 cruces fronterizos en la Unión Europea hasta ahora para 2023, una cifra que, según Frontex, está «más o menos en línea con la del mismo período del año pasado». Las 13.800 nuevas llegadas solo en febrero suponen un ligero aumento con respecto al mismo mes en 2022.
La ruta de los Balcanes Occidentales, la más frecuentadas por los inmigrantes en Europa el año pasado, se ha reducido en un 28% con respecto al mismo período del año pasado, mientras que los desembarcos de inmigrantes en las Islas Canarias españolas y España continental también han disminuido en un 68% y un 38%, respectivamente.
Los cruces fronterizos irregulares desde Bielorrusia hacia Polonia, Lituania y, en menor medida, Letonia han aumentado más porcentualmente, con 856 cruces en lo que va del año, un 145% más.
Mientras, el número de migrantes que salen del continente europeo para llegar a Gran Bretaña también aumentó un 82%, con 5622 cruces fronterizos irregulares detectados a través del Canal de la Mancha en los primeros dos meses de 2023. El Gobierno británico acaba de aprobar una nueva normativa para detener y deportar a cualquier persona que entre ilegalmente en el país por esta vía.
La mayor frecuencia en el uso de la ruta del Mediterráneo Central ejercerá más presión sobre la administración de Giorgia Meloni en Roma, que está intentando aplicar una política pensada para acabar con los traficantes de personas y disuadir a los inmigrantes de hacer el peligroso viaje.
El Gobierno italiano anunció la semana pasada penas más severas para los traficantes de personas condenados, que ahora podrían cumplir hasta 30 años de prisión si los migrantes en botes pequeños mueren bajo su vigilancia. La nueva legislación surge después de la tragedia del mes pasado en el mar Jónico, en la que decenas de inmigrantes murieron en aguas de marejada.
Un informe reciente de la inteligencia italiana sugiere que la presencia de barcos de búsqueda y rescate de ONG en el Mediterráneo está alentando a más inmigrantes a hacer el viaje a Europa, sabiendo que solo necesitan cruzar la mitad del camino hasta que probablemente sean recogidos y escoltados a la costa.
El informe acusó a las ONG de brindar «una ventaja logística a las organizaciones criminales que manejan el tráfico de migrantes, permitiéndoles adaptar su modus operandi de acuerdo con la posibilidad de reducir la calidad de las embarcaciones utilizadas, aumentando en consecuencia las ganancias ilícitas y exponiendo a las personas a bordo a un riesgo más concreto de naufragio».
Los datos, publicados este viernes por Frontex, muestran una probabilidad de que la inmigración ilegal siga manteniéndose en niveles altos para este año, con un ritmo similar al de 2022 cuando se detectaron 330.000 cruces irregulares de fronteras, la cifra más alta desde la crisis migratoria de 2016.
