«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
se han retirado 15.000 vehículos

París prohíbe desde este viernes los patinetes eléctricos por voluntad popular

Patinetes de alquiler en París. Europa Press
Patinetes de alquiler en París. Europa Press

Los conductores parisinos podrán, a partir de hoy viernes, conducir un poco más tranquilos. La ciudad ha prohibido, por votación popular, los e-scooter’, los patinetes eléctricos compartidos después de cinco años de polémica presencia en las calles.

A partir de hoy, París se convierte en la primera capital europea en prohibir completamente los patinetes, después de que casi el 90% de los residentes de la ciudad que votaron en la encuesta voluntaria se mostraran a favor de la prohibición, incluso después de que el Ayuntamiento restringiera previamente los límites permitidos (velocidad máxima de 10 km/h en zonas transitadas).

Pierden así el permiso para operar estos vehículos los tres operadores —Lime, Tier y Dott— tras una votación sin precedentes en abril en la que sólo votó el 7,46% de los electores. La propia alcaldesa socialista de París, Anne Hidalgo, hizo campaña a favor de la prohibición, destacando que la retirada de estos vehículos reduciría las «molestias».

Los 15.000 vehículos se han ido retirando poco a poco de las calles de la capital francesa para ser usados en otras ciudades, y cuando llega la prohibición son ya muy pocos los que seguían circulando. De los 5.000 patinetes de la Tier, un tercio permanecerá en el departamento de Île-de-France (donde está París), en ochenta municipios alrededor de Marne-la-Vallée o Saint-Germain-en-Laye. Los demás volverán a Alemania en su mayor parte.

El servicio, que funciona en muchas ciudades europeas, empezó a funcionar en 2018 con el objetivo, tan común, de combatir el cambio climático evitando el coche y dando opciones a quienes no pueden o no quieren usar el transporte público. Pero, como tantas «soluciones» ecológicas, ha traído más problemas que beneficios. El año pasado murieron tres personas y más de 450 resultaron heridas en accidentes en los que estaban implicados los patinetes eléctricos.

Y eso es sólo el más dramático de los problemas que han causado estos patinetes, de los que se ha abusado con frecuencia, conduciendo a mayor velocidad de la permitida, circulando con dos personas o por las aceras, abandono de los patinetes en sitios no permitidos y otras infracciones. En general, los parisinos aprendieron a odiar de todo corazón estos vehículos que, a veces, convertían el tráfico en París en un continuo sobresalto y generaban frecuentes situaciones de riesgo.

La propia alcaldesa los odiaba y era partidaria de retirarlos, pero prefirió someter su prohibición a consulta para contar con el respaldo de los parisinos, lo que no le ha costado en absoluto.

En París y sólo en 2022, si hemos de hacer caso a los operadores, unas 400.000 personas usaron este modo de transporte para desplazarse. Ahora, las empresas confían en que sus clientes opten por las bicicletas compartidas disponibles.

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