«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
La Gaceta de la Iberosfera
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
El germen de la Unión Europea

Pasado, presente y futuro de Europa (I): Un poco de historia

En mayo de 1948 Salvador de Madariaga asiste al Congreso de La Haya organizado por el movimiento europeo, y por él mismo, bajo la presidencia de Winston Churchill. Anota en una pequeña libreta que lleva en el bolsillo una frase premonitoria: “Europa está amenazada por sus propias tendencias suicidas”. Más adelante veremos por qué esta frase resulta tan de actualidad hoy en día. Y por qué Europa tiende, cada cierto tiempo, a complicarse su futuro.

Winston Churchill, que había sido gran protagonista durante y al final de la Segunda Guerra Mundial, había encargado a su yerno, el diputado conservador Duncan Sandys, coordinar los grupos pro europeos de distintos países para establecer una organización permanente.

Tres años antes había acabado la gran conflagración que dejó a Europa arrasada, tras una larga guerra de casi seis años. Recordemos que habían pasado sólo tres décadas de la Gran Guerra (la Primera Guerra Mundial), que había sido considerada hasta la fecha como la más sangrienta y con mayor número de víctimas de la Historia de la Humanidad, en suelo europeo de forma principal.

Eran tiempos en los se necesitaba de forma imperiosa encontrar vías para evitar futuras confrontaciones. Aunque Winston Churchill y su protagonismo en esta conferencia levantaban recelos como los de Henri Brugmans, Denis de Rougemont, o el ministro italiano Sforza, es el claro protagonista que interviene tras las palabras de bienvenida del Alcalde de La Haya.

Se atisban ya en esta Conferencia visiones distintas sobre el futuro de Europa. Por un lado, los que creían en una Europa Federal en el largo plazo, y por otro, los pragmáticos que veían claras posibilidades en acuerdos que permitieran la resolución común de problemas comunes, y así contribuir a preservar una frágil paz en Europa. Una Europa que había estado permanentemente amenazada por sus propios integrantes, en los últimos siglos, y que sólo había gozado de breves períodos de paz.

La Unión Europea (UE) ha evolucionado, a lo largo de varias décadas, desde sus orígenes en la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA) y la Comunidad Económica Europea (CEE) hasta la organización política y económica que es hoy.

La idea de una unión económica y política en Europa surgió después de la Segunda Guerra Mundial, con el objetivo de promover la paz y la prosperidad en un continente devastado por la guerra.

El 9 de mayo de 1950, el Ministro de Asuntos Exteriores francés, Robert Schuman, propuso la creación de una entidad europea supranacional para administrar la producción de carbón y acero, la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA), considerada el primer paso hacia la integración europea. Recordemos que tanto el carbón como el acero eran estratégicos en aquellos años de reconstrucción.

El 25 de marzo de 1957 se firmaron los Tratados de Roma, estableciendo la Comunidad Económica Europea (CEE) y la Comunidad Europea de la Energía Atómica (EURATOM).

La CEE buscaba así crear un mercado común europeo, eliminando aranceles y promoviendo la libre circulación de bienes, servicios, personas y capitales entre los estados miembros. Algo que suponía un avance definitivo en la preservación de la paz y, sobre todo, en el desarrollo económico.

TEMAS |
+ en
.
Fondo newsletter