Nuevo caso de censura ideológica en las aulas británicas. Karina Conway, madre de dos hijas, ha sido vetada durante meses de la escuela primaria de su hija por atreverse a cuestionar la enseñanza de contenidos transgénero a menores de apenas nueve años. El colegio, Sunnyside Spencer Academy, situado en Beeston (Nottingham), le prohibió el acceso tras acusarla de «quejas maliciosas», «actitudes inapropiadas» y de criticar públicamente el adoctrinamiento escolar.
La madre, de 42 años, se rebeló contra la deriva ideológica del centro después de descubrir que a niños de 11 años se les estaba enseñando que la «identidad trans» es una característica protegida por ley, una afirmación falsa desde el punto de vista jurídico. El texto del Equality Act de 2010 reconoce como característica protegida la «reasignación de sexo», entendida como un proceso físico, no una mera autodefinición subjetiva.
En 2023, Conway organizó una protesta frente al colegio junto a Kellie-Jay Keen, reconocida activista por los derechos de las mujeres y crítica del activismo trans. El colegio, lejos de entablar diálogo, llamó a la policía.
En septiembre de 2024, la dirección del centro decidió imponerle una prohibición de acceso por cuatro meses, alegando que había usado un «lenguaje desagradable», que «se burló de una profesora» y que sus quejas eran «vejatorias». La madre asegura que simplemente estaba señalando errores graves en el contenido educativo, incluida la proyección de material sexual que consideró «demasiado gráfico» para la edad de los alumnos.
Meses después, le ofrecieron levantar el castigo a condición de que no volviera a publicar comentarios negativos sobre el colegio en Internet.
«Los colegios deben enseñar de forma neutral. Las madres no tendríamos que corregir los deberes del centro, pero si lo hacemos y señalamos errores, al menos deberían respetarnos», ha denunciado.
A pesar de la persecución institucional, la madre consiguió que el propio colegio reconociera —por escrito— que había «errores factuales en la interpretación de las características protegidas«. Agradecieron que lo señalara, pero acto seguido le comunicaron que cualquier otro contacto debería ser a través de los abogados del centro