El Instituto Ordo Iuris ha demostrado que los marginales movimientos pro-abortistas del país centroeuropeo han recibido financiación de fundaciones de Soros
Polonia es uno de los países con una legislación más restrictiva respecto al aborto. Allí, desde 1993, sólo se puede acabar con la vida del no nacido en caso de violación, riesgo para la vida de la progenitora y grave malformación del feto. Gracias a esto, el número de abortos en este país centroeuropeo no suele superar el millar cada año (en España se perpetran 100.000, aproximadamente, al año).
Esta situación no satisface a determinados poderes extranjeros; poderes que se afanan en revertir la tan favorable situación para el no nacido hogaño existente en Polonia. No en vano, de acuerdo con un informe publicado por el Instituto Ordo Iuris, las marchas proabortistas que se organizaron el pasado octubre – con afán de protestar por el intento de prohibición del aborto que llevó a cabo el ejecutivo de Ley y Justicia – eran de todo menos espontáneas. Al contrario, estaban orquestadas, organizadas y financiadas desde el exterior.
De esta manera, el Instituto Ordo Iuris ha demostrado que los marginales movimientos proabortistas del país centroeuropeo – las marchas negras – han recibido una ‘considerable financiación foránea’. Una financiación que procede directa o indirectamente de fundaciones con un vínculo común: el magnate globalista húngaro-estadounidense George Soros, quien parece estar involucrado en todos los movimientos proabortistas mundiales.
De acuerdo con el informe, determinados grupos feministas recibieron más de un millón de ‘zlotys’ polacos para impedir la consumación del proyecto de ley del Gobierno de ‘Ley y Justicia’ de prohibir el aborto en el país. Asimismo, estas agrupaciones fueron secundadas en sus reivindicativas acciones por las universidades públicas polacas, que optaron por rechazar la deseable actitud de neutralidad.
El Fondo Global para la Mujer
Ha sido el Fondo Global para la Mujer, sociedad vinculada a la ‘Open Society Foundation’ de Soros, uno de los principales financiadores de las denominadas marchas negras, de carácter proabortista. Así lo recoge en su página web la propia fundación, cuyo más conocido objetivo es la promoción del aborto en todo el orbe.
‘La aproximación exclusiva del Fondo Global para la Mujer en lo que a invertir dinero en momentos agitación política y social se refiere es esencial para la respuesta a situaciones de crisis, como se ha evidenciado en Polonia. Cuando una prohibición total del aborto fue propuesta por el Gobierno a inicios de 2016, el Fondo Global para la Mujer apoyó a la red Astra para ayudar a organizar una resistencia’ reza la web de la fundación, que confirma la veracidad del informe antes citado de Ordo Iuris.
No obstante, Polonia no es el único objetivo del magnate Soros y sus protervas fundaciones. Así, tal y como ya relató Infovaticana, también están detrás del complot existente para despenalizar el aborto en Irlanda; un país en el que ahora la eliminación del feto sólo está autorizada en el supuesto de riesgo para la vida de la madre y en el que, en 2018, se votará en referéndum si la legislación debe o no mutar.
