En la peculiar «democracia» alemana, un policía puede ser partidario y votante de cualquier partido menos de uno, precisamente el partido con mayor intención de voto del país. Al menos eso es lo que piensa Uli Grötsch, comisario del SPD encargado de asuntos internos en las fuerzas del orden. Para Grötsch, los agentes afiliados al partido soberanista Alternativa para Alemania (AfD) deberían ser inmediatamente apartados del cuerpo, y tiene intención de aplicar esta política.
«Estar afiliado a la AfD no es compatible con la labor policial«, ha declarado el político socialista al Rheinische Post, señalando la controvertida clasificación del partido como «definitivamente extremista de derecha» por parte de la agencia de inteligencia interior de Alemania, la Oficina Federal para la Protección de la Constitución (BfV), ya suspendida tras una demanda de AfD.
«La afiliación con un compromiso visible con AfD debe conllevar la baja. Para mí, compromiso significa hacer campaña abiertamente por el partido, presentarme como candidato a un puesto en el ayuntamiento o incluso al Bundestag», añadió. Cómo puede ser incompatible con el trabajo de policía militar en un partido legal (y mayoritario) es algo que no explica el comisario del SPD, un partido que gobierna en coalición con los democristianos de Friedrich Merz.
No es la primera vez que Grötsch ataca agresivamente a miembros de AfD en la policía. En marzo de 2024, advirtió que cualquier tipo de apoyo a AfD desde dentro de las filas policiales era «muy problemático», describiendo al partido como un partido cada vez más radicalizado. «Es devastador que la Policía y el poder judicial estén infiltrados por enemigos del orden fundamental, libre y democrático», declaró, según Die Welt.